Doctora

Elegir una carrera y mantenerme en ella: ¿Hay alguna receta mágica?
Llega esta etapa del año y suelen aparecer tanto en las universidades como en cualquier Institución de educación superior el fantasma de la deserción.
A veces se logran tomar algunas decisiones vocacionales pero parece que “mantenerse” es el desafío. Lo que se debe transmitir a nuestros jóvenes es que cada elección va aimplicar algún tipo de renuncia, pero que cada proyecto personal puede ser realmente apasionante.
Por eso, frente a la búsqueda de la vocación resulta esencial el AUTOCONOCIMIENTO que tenga el adolescente, esto es:
¿Qué me gusta hacer?, ¿qué no me gusta?, ¿dónde me gustaría trabajar?, ¿y dónde no?, ¿cuáles son mis habilidades, intereses, fortalezas, así como mis debilidades o aspectos negativos? Ybásicamente, ¿cuál es mi proyecto de vida?
Nos encontramos con alumnos que tal vez se han inscripto en dos o tres carreras, primando sentimientos de omnipotencia que quizás lo que realmente esconden son temores e inseguridades. Es cierto que escuchamos que nuestros adolescentes se mantienen en la “cultura del menor esfuerzo” pero es más cierto aún que debemos preguntarnos qué nos está pasando anosotros como adultos también y qué les estamos transmitiendo. “No quieren crecer, les encantaría ser niños eternos, no se hacen cargo de nada”… suele escucharse. Esto se hace entendible si la mayoría del tiempo suelen convivir con adultos (padres, docentes, etc) muy poco convencidos y contentos con serlo. En fin…
Primero, se hace necesario dejar en claro que elegir implica un largo proceso y que aveces debe buscarse ayuda.
Sergio Rascován, especialista en orientación vocacional de la Argentina, afirma que los fenómenos de exclusión y fragmentación social deben llevarnos a pensar estos procesos de orientación de manera diferente a lo que se estaba realizando años atrás. Ocupándose especialmente de los jóvenes escolarizados (en este caso no se refirió a aquellos que, sin estudiar, podríanestar teniendo también un proyecto vocacional), afirmaba que las dificultades generalmente residen en la incapacidad que tienen de construir proyectos de vida en el orden del trabajo y del estudio, tomando decisiones propias y con algún grado de autonomía. La problemática vocacional entonces, ha dejado de ser, bajo estas condiciones culturales, un problema individual, para convertirse en uno de tiposocial. Elegir una carrera, una profesión o un trabajo es una situación que involucra al sujeto que elige, a los otros con quienes comparte su vida cotidiana y al mundo que lo rodea.
La falta de empleo, la inestabilidad sociopolítica, lo imprevisible de un futuro hace que los jóvenes tengan que ser preparados para este tipo de situaciones. La idea de empleo para toda la vida ya no existe y laspersonas debemos estar abiertas a situaciones que cambian vertiginosamente y por lo tanto, para esto tendremos de preparar a nuestros adolescentes y jóvenes.
El autor destaca que la carrera que un joven elige a los dieciocho años sufrirá muchas modificaciones y, los trayectos profesionales tendrán un recorrido muy sinuoso, con muchas alternativas. Por eso, más allá de elegir una carrera habrá queestar preparado para adaptarse a los cambios. En algún sentido, cada persona irá construyendo su propia carrera profesional, a partir de sus estudios, sus trabajos, sus experiencias de vida. De allí que surge el concepto de itinerario profesional.
Lo que queremos destacar es que los jóvenes tienen que ser entrenados cada vez más para constituirse en los verdaderos protagonistas de su educación,de sus trabajos, desde encontrar las herramientas para decidir qué hacer, trabajar, estudiar, cómo hacerlo y con qué propósitos. Lo que puede sonarnos a poesía cuando solemos decir que cada uno es el “artífice de su propio destino”, aquí se torna una sentencia ineludible.
Pero el rol de los adultos, llámense padres, docentes, debe ser enfatizado también; la guía y el andamiaje no deben perderse...