economia
Aunque estas afirmaciones pueden aesta altura parecer apresuradas, no son más que producto de la lectura de las distintas propuestas de visión de país y la orientación de los vientos de cambio que soplan no sólo en Bolivia sino tambiénen la región. Aunque en el caso del nuevo régimen económico, la lectura también es fruto del análisis limpio de la realidad: la de un país que demanda un Estado más activo, uno que intervengadirectamente en áreas que en una economía de mayor envergadura lo haría, de seguro, la iniciativa privada. En ello, aunque con matices, hay más coincidencias que opiniones divergentes.
Los antecedentesinmediatos de esta nueva realidad económica están en la historia de los últimos 20 años, cuando el país, junto a otros, transitó sin frenos de un Estado sobredimensionado a otro con una participación mínimaen la economía nacional, pasó de un estatismo colapsado a un neoliberalismo remozado.
Si bien en un primer momento, el neoliberalismo alivió las cuentas fiscales para abatir así una de lasprincipales causas del proceso inflacionario y garantizó una macroeconomía estable —no es casual que hasta hoy se mantenga una fuerte disciplina fiscal y monetaria—, al final derivó en el abandono de ciertas...
Regístrate para leer el documento completo.