Educación en valores
En estas dos últimas décadas ha habido importantes aportaciones científicas educativas refe-ridas al ámbitode los valores; esfuerzos que buscan afianzar y mejorar la personalidad mo-ral. Estas aportaciones están orientadas en dos direcciones complementarias: referidas tanto al logro de la felicidad,interior, personal, no egoísta de cada individuo, y la otra referida a la consecución de una felicidad comunitaria, fraternal y hospitalaria.
Urge la necesidad de formar a los educandos y a loseducadores en respuestas y estrategias éticas individuales como sociales. Tanto en la Pedagogía como en la Filosofía se ha dado abundante y rica producción bibliográfica, al mismo tiempo, puede decirse queson numero-sos los programas de educación en valores.
Cabe afirmar, también, que existe un gran consenso social en cuanto a la necesidad de la educación en valores. En el medio educativo en sudimensión formal y práctica, desarrollando un conjunto de reflexiones sociales y pedagógicas que pretenden conformar las líneas de actuación asociadas a la construcción de la personalidad moral.
Laeducación es inevitablemente una tarea axiológica y su calidad depende de los valores, puesto que educar es una tarea perfectiva y optimizadora. El desarrollo de los sistemas demo-cráticos, la progresivainterdependencia de los pueblos, la innovación tecnológica, el pluralis-mo político y la pérdida de la confianza en lo perenne, hace más urgente y significativa una educación en valores (Vázquez, 1997).Así, la calidad de la educación queda determinada por la dignidad, profundidad y extensión de los valores que hayamos sido capaces de suscitar y actualizar.
En definitiva, al final de toda accióneducativa, se espera que los educandos sean más valiosos en sí mismos y que hayan alcanzado nuevos ámbitos de valores, entendidos como cualidades reales, que la humanidad ha ido evolucionando en el...
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