Educacion En Contextos De Encierro
Ministerio de Educación
Dirección Nacional de Gestión Curricular y Formación Docente
El siguiente trabajo aborda la situación de la Educación en Contextos de Encierro desde tres perspectivas:
• desde la mirada de Alberto Florio que desempeñó por muchos años la docencia en estoscontextos, siendo luego directivo de establecimientos educativos penitenciarios y actualmente desempeñándose en La Plata, en el Ministerio de Educación en esta área, en su relato comenta sobre el sistema educativo en estos contextos, con su problemas, políticas, y enamoramientos del ejercicio docente;
• luego Roberto, actual interno del la Unidad 24 de Florencio Varela, quien relata suvínculo con los docentes, sus resultados y su nueva forma de ver la sociedad,
• y finalmente cifras que nos hablan de la realidad en la que se encuentra el sistema educativo en contextos de privación de la libertad.
Relatos de Alberto Florio sobre la Educación en Contextos de Encierro.-
Cuando me propuse escribir sobre el sujeto educativo en contextos de encierro, pensé en elaño 1984, cuando en la Unidad 5 de Mercedes se constituía la segunda escuela secundaria en una cárcel.
En esa segunda escuela, nosotros éramos protagonistas de una experiencia que queríamos presentar en el Congreso Pedagógico, que se proponía con la vuelta de la democracia. Es desde entonces que fui desarrollando y construyendo una idea más clara sobre el sujeto que está en la cárcel y sobre eldocente que comparte el espacio de la escuela y la prisión.
Debo confesar que en esa primera etapa yo creía que la escuela iba a ayudar al “tratamiento” y a la recuperación del privado de libertad. Esta idea de tratamiento estaba ligada a las corrientes pedagógicas anteriores: durante el lapso de la dictadura se hablaba de la educación en cárceles o en institutos de menores como una educaciónpara “irregulares sociales”. Incluso había en esa época una especialidad de la Educación Especial referida a los “irregulares sociales”.
Junto con nuestro contacto con Paulo Freire en la década del 70, estaban estas ideas paralelas, y muchas veces no encontrábamos la manera de sintetizarlas, no teníamos la experiencia necesaria para eso. Pudimos recibir a Paulo Freire a través de NoraElichiri y de otros que estaban haciendo la experiencia en Chile, pero en la Argentina estas iniciativas tuvieron poco desarrollo.
En este sentido, las primeras experiencias que hicimos en la fábrica Siam (la cárcel era todavía ajena para mí) inmediatamente fueron interrumpidas por la dictadura y sus consecuencias.
No pudimos los jóvenes de esa época terminar las experiencias que habíamoscomenzado, que quedaron frustradas por motivos que eran nada más y nada menos que conservar la vida. Es triste, decía Bertolt Brecht, que aquellos que quieren vivir con dignidad tengan que transformarse en héroes.
A través de nuestras prácticas, nos vamos transformando como docentes.
Esto es posible siempre y cuando consideremos como peores enemigos a la rutina y al sentido común. Lo querealmente nos hace educadores en la cárcel es estar siempre en estado de alerta sobre aquello que se nos hace cotidiano, porque lo que se hace costumbre va perdiendo fuerza y nos va generando esa inercia mental que es la rutina.
Entonces, ya instalada la democracia, con un gran amigo que fue Alfredo Marcori, recorrimos las unidades penitenciarias que eran nueve o diez en la provincia de Buenos...
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