el amor es vacio

El amor es vacío, no es como era antes.
Otra fiesta. Kaily pasó un peine por su cabello alisado, dejando caer cada lustroso mechón de pelo en una capa brillante. Ella miró su reflejo, riendohistéricamente mientras abrió un lápiz de labios, el color de un rojo intenso, como sangre seca. Ella había aplastado a los extremos de algunos cigarrillos de marihuana en un recipiente de cristal, delatadodel comedor, arruinando la simetría del conjunto perfecto de su abuela, el vidrio claro ahora empañada con remolinos de humo oscuro.
La rubia corrió el lápiz labial sobre sus labios, y sin dejar dereír, se inclinó hacia adelante, las pesadas cadenas alrededor de su cuello colgando en el lavamanos, llenando el pequeño espacio con el timbre metálico del metal golpeando el mármol. El sonido estabaapagado, mucho más denso que la música, y verificando que la barra de labios cubrió los labios y no sus dientes, dibujó una sonrisa en su reflexión. “¿Ves?” Ella susurró, conteniendo la risa, “Ustedpuede ser tan feliz como yo.”
Ella salió del baño y entro el dormitorio principal, tirando del vestido que estaba sobre su cuerpo. Se ajustaba bien, demasiado bien para su gusto, adaptado exactamentepara rozar con sus curvas, una cosa modesta, elegido por su abuela. “Azul marino. Debido a que el negro es para el luto y de una mujer gorda y vieja,” la rubia se recordó las palabras que su tutor habíasilbado en su oído durante las visitas de tortura a varios modistas y tiendas de lujo.
“Kaily,” dijo una voz demasiado alta, demasiado alegre, demasiado llena de alegría que pertenecia a la madre desu padre. Ella no sabrá que he estado fumando, Kaily pensó. La voz volvió a llamar, “Los invitados han llegado, baja ahora cielo!” Tan falso, tan falso, Kaylee pensó, con los pies pesados mientrascaminaba hacia adelante, el ruido de sus tacones sobre el piso duro haciendo que sus oídos se lastimen.
Llegó a la sala, inestable en sus pies, pero la espera amplia sonrisa, dentuda, plasmada en...