El devenir jurídico

EL DEVENIR JURÍDICO:
Para una Deontología Jurídica.

Platón como prisionero de guerra, ofrecido en un mercado de esclavos -¿Para qué quieren los hombres a los filósofos?-, Esto permite adivinar para qué quieren la verdad.
El libro del Filósofo, Nietzsche.

El actuar del hombre se encuentra imbricado en la morada interna de su ser … el ethos, ello supone cómo “debe” actuar el hombre en unasituación concreta, es un estimulo recibido y dirigido hacia un objetivo que se interpreta en movimiento, ello anida en las causas y el efecto. El ethos supone una imagen axiológica que se compensa en sensaciones, el páramo donde se establece el acto volitivo que impulsa en su esencia al “deber ser”. Es por lo anterior, que al momento de expresarnos del “deber ser” atendemos de forma directa alethos y a la axiología.
El “deber” se convierte en una carga impositiva para actuar, tanto socialmente como en la autonomía del individuo. El “deber ser” es la pretensión social de que, aquel acto humano acoge la seguridad de una naturaleza apropiada, la confianza de una esencia que justifique nuestros anhelos, que no trasfigure la realidad con engaño o ilusión, que no nos vede con apariencias osimulacros. El “deber ser” tiene implicaciones teleológicas, pues supone una acción que nos hace “buenos”, “veraces” y “bellos”, el no deber nos conduce a lo opuesto; inhumanos, crueles o brutales.
¿Cómo se configura el “deber” en el devenir jurídico?, ¿Cuál es el deber de la ciencia del Derecho?, ¿Cuándo, cómo y dónde deben dirigirse las acciones de los hombres que tienen por profesión elDerecho?, ¿Cuáles son los límites del “deber ser” del Derecho?, ¿Qué hace el “deber ser” del Derecho?, pareciera que el fin último se encuentra en la vocación, tanto profesional, como de quienes se encuentran involucrados al Derecho. ¿No acaso, todo hombre que se encuentra en un Estado de “Derecho” está involucrado directamente?, desde el punto de vista del “Contrato Social” sí, aun siendo extranjero.Limitando el “deber” del universo de “aquellos que se encuentran implicados en el Derecho”, sólo se referirá al litigante, al docente, al investigador, al legislador, al funcionario público y al juez, quienes actúan directamente en la administración de justicia. Ello atiende a la vocación profesional o de profesionalización del Derecho, pues son quienes directa o indirectamente crean las normas,las aplican e imparten “justicia”.

La palabra vocación “proviene del latín vocatio, que se derivó, a su vez, del verbo vocare ‘llamar’, vocablo originado en la raíz indoeuropea wekw-, de la cual provienen también voz, evocar, invocar, provocar y vocabulario”. De ello se desprende que la vocación sea el llamado a prestar atención, que reclama realizar algo, ya sea de alguien o de nosotrosmismos. La vocación es el principio deontológico, donde nosotros mismos nos instamos a llamarnos para realizar nuestras inclinaciones, a seguir nuestros impulsos, acometer en el “deber ser” el acto de autorrealización.
La vocación también es el llamado externo, el llamamiento a realizar ese algo, no sólo a responder consigo mismo, sino a responder al otro y responsabilizarse del acto cometido,pues en ello va implícito el reconocimiento social del compromiso ante sí mismo, y ante el otro. Por lo que implica el compromiso consigo mismo y su trascendencia social de los actos cometidos, puesto que el interés del individuo en sociedad se concreta en los intereses mutuos que contraen con lo humano que hay en él, al menos que sea anacoreta, bestia o dios.
Por que la vocación no es sinónimo deoficio, siendo oficio el acto de saber hacer y el reconocimiento de ese saber hacer, mientras que vocación se convierte en destino del hombre, quizá representado en el Míto de Sísifo , quien es llamado a subir (todos los días) la misma piedra gigante cuesta arriba de una montaña, por una eternidad. Sin embargo, representa ese llamamiento del destino que nos empeñamos a realizar, aun cuan absurdo...