El Dialogo Religioso

El dialogo
Para hablar del dialogo es necesariamente hablar primero del silencio, nos estamos refiriendo a un silencio interior que nos brinda la ocasión de entrar en contacto con nosotros mismosla alegría que brota en el silencio no podemos retenerla, esa alegría se halla oculta en el fondo de nuestro corazón, necesitamos renunciar a lo palpable para poseerlo desde la contemplación, es en elsilencio cuando podemos hacer las valoraciones y proyectar nuestra conducta, el silencio es también el tiempo a otro para la reflexión, es el que va difundir el respeto a los demás, es el que nos hacecreíbles.
La concentración, el aprovechamiento del tiempo y la resolución de los problemas reclaman silencio, la falta de silencio hace que pongamos nuestra atención en muchas cosas y que tal vezno resolvamos ninguna, el silencio interior nos permite empezar una cosa y seguir hasta terminarla, solo en ese estado de estar con uno mismo tomamos las grandes decisiones.
El silencio aumenta laconcentración y por lo tanto aumenta la perfección en la forma de relacionarnos con las cosas, no se puede aquietar un corazón cuando este está asaltado por las perturbaciones constantes y que puedenestar ocurriendo a miles de kilómetros, el silencio no se puede improvisar, no podemos pasar de una actividad frenética a un silencio total, hay un tiempo en el cuál tenemos que relajarnos, donde nosdespojamos de todo lo que nos da el impulso y no nos permite frenar, el silencio es la actividad profunda del hombre, la falta de la misma nos conduce a la independencia de las opiniones de los demás.Cuando damos espacio a los demás para que nos hablen y estamos en actitud de escucha, ese silencio los conmueve pues están percibiendo que son importantes para nosotros, pero no es solo ese silencioexterior de escuchar y no prestar atención, es oír con clama a la demás persona, sin importar lo que se pueda llegar a responder, muchas veces el dialogo es solo saber escuchar a la otra persona,...