El Dios Que Se Hizo Hombre Por Amor

El unigénito Hijo de Dios.
“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre
nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito
del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14).
Aquella noche en la región de Galilea era muy fría, pero el
cielo estaba cuajado de estrellas que brillaban a la
distancia como diamantes sobre un paño de terciopelo.
Cada estrella tenía su gloria diferente. Habíaalgunas que
ardían con una blanca luz cegadora, mientras que otras
se consumían arrojando destellos rojos o azules. Bajo la
bóveda celeste, un grupo de hombres dormía; eran los
discípulos de Jesús. La jornada anterior había sido
agotadora. Habían predicado la Palabra de Dios en un par
de aldeas, sanado enfermos y bautizado a los creyentes, y
ahora se arrebujaban en sus túnicas para escapar del fríode la noche. Jesús, Su maestro, no dormía. Él velaba y
oraba, bajo el cielo cuajado de estrellas, las cuales habían
sido hechas por Él y para Él. La gente que lo veía pasar
mientras iba predicando el Evangelio de paz, no
alcanzaba a entender que aquel hombre, de unos treinta y
tantos años, era Dios mismo encarnado. Totalmente Dios,
y totalmente hombre, Jesús si lo sabía, y era lo que
trataba detrasmitir a las personas, de decirle a todos
aquellos oprimidos, que moraban en tinieblas, que Dios
tenía buena voluntad para con los hombres, pues Él había
venido a predicar el año agradable del Señor.
“En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el
mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le
recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que
creen en su nombre, les diopotestad de ser hechos
hijos de Dios” (Juan 1:10-12). Jesucristo hizo el mundo y
creó a los hombres, pero a los hombres no les importaba.
Muchos de ellos creían que Jesús estaba loco, pero Él los
amaba de todas maneras y había descendido del cielo
para demostrar Su amor por los hombres. Pronto, muy
pronto, demostraría la inmensidad de Su amor, pues
Jesucristo habría de morir por todos nosotros enla cruz
para que pudiéramos ser hechos hijos de Dios.

El Cordero de Dios
“El siguiente día vio Juan [el Bautista] a Jesús que
venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que
quita el pecado del mundo” (Juan 1:29).
¿Por qué dijo Juan el Bautista que Jesús era el
Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo?

Según la tradición judía de la Pascua, un inocente
cordero debía morir en esa fechapara conmemorar el
día en que Dios los liberó de la esclavitud en Egipto.
Esa celebración, instaurada muchos siglos antes, era
una representación del sacrificio que el Hijo de Dios
habría de hacer para liberar a Su pueblo del pecado y
de la muerte, y no solo a Su pueblo, sino a todo el
mundo.
Literalmente, Jesús nació para ser sacrificado. El único
motivo de su nacimiento fue hacerse un hombre,semejante a nosotros en todos los aspectos, pero sin
pecado, para poder venir a ofrecer Su vida para
remisión de los pecados. En el principio de nuestra
historia, le fallamos a Dios. Elegimos el pecado y la
muerte en vez de seguir Sus preceptos, y nos alejamos
de Él, con rumbo a la perdición y a la condena eterna.
La palabra de Dios dice: “por cuanto todos pecaron, y
están destituidos de la gloria deDios” (Romanos 3:23).
Todos elegimos el mal, todos nos regocijamos en
nuestros pecados, y por lo tanto, todos debemos sufrir
las consecuencias de esos pecados: “Porque la paga
del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida
eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23).
“En él [Jesucristo] estaba la vida, y la vida era la luz de
los hombres” (Juan 1:4). Elegimos la muerte y no la
vida.Elegimos las tinieblas y no la luz, y al hacerlo, lo
rechazamos: “Y esta es la condenación: que la luz vino
al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas
que la luz, porque sus obras eran malas” (Juan
3:19).
Amamos más las tinieblas que la luz, y ciertamente
hubiéramos estado condenados por toda la eternidad
de no haber sido por la misericordia de Dios. A pesar
de todo nuestro pecado, a...