El Docente Como Factor Motivacional De La Lectura Literaria

EL DOCENTE COMO FACTOR MOTIVACIONAL DE LA LECTURA
LITERARIA

Por: José H. Palomo Zurique
Magíster en Literatura Colombiana y latinoamericana (Univalle)
Docente de la Universidad de Córdoba (Montería, Colombia)

La mayor parte de las instituciones educativas del país, sobre todo las de Córdoba, presentan bajos niveles de competencia en lectura, lo cual se manifiesta en los desalentadoresresultados que casi siempre se obtienen en las pruebas externas aplicadas por el ICFES (ESTADO, SABER, ECAES O SABER-PRO) que son, ante todo, de comprensión de lectura. Es cierto que en esos resultados inciden múltiples factores como el abandono oficial en el que se encuentran muchas instituciones y centros escolares, la falta de bibliotecas bien dotadas de material bibliográfico, la inexistenciade espacios físicos adecuados para leer placentera y gozosamente, la ausencia de una cultura de la lectura en la mayoría de los círculos familiares. Sin embargo, el factor determinante del descalabro académico en este tipo de pruebas radica, sin duda, en los bajos niveles de comprensión de lectura y en la desmotivación de los estudiantes en lo relacionado con la lectura de textos escritos.

Enla mayoría de los casos, tal comportamiento es originado por el modo como viene asumiéndose y orientándose la práctica de la lectura en el contexto escolar. Dicho de otra manera: el problema está, en gran medida, en la falta de formación pedagógica y en la desactualización en saberes específicos por parte de quienes dirigen los procesos de formación y aprendizaje. La mayoría de los docentestodavía confunden las dinámicas de relajamiento con los procesos y acciones de motivación. Habitualmente se ve al docente implementando en el aula de clase ese tipo de dinámicas (cánticos y juegos como el de la gallina ciega, el tingo tango, etc.) especialmente cuando la actividad académica se vuelve fastidiosa por lo extensa y monótona, con el convencimiento de estar aplicando estrategias de motivaciónpara estudiar las temáticas de determinada asignatura o desarrollar las actividades contempladas en el Plan de Clase, que en la mayoría de los casos se reduce a ejercicios de lectura mecánica. No obstante, tales actividades están lejos de ser auténticas estrategias de motivación hacia la cultura de la lectura, puesto que son acciones aisladas, contingenciales, que sólo sirven para que losestudiantes no se duerman en clase o no caigan en la desatención generalizada. Por lo tanto, no corresponden a procesos didácticos de motivación hacia el aprendizaje y hacia el trabajo escolar, puesto que no permiten a sus protagonistas cultivar el interés en leer textos escritos y participar gustosamente en procesos de lectura dinámica que garanticen el desarrollo del gusto estético y de la competencialiteraria.

Desde luego, lo dicho no significa que las dinámicas de relajamiento lúdico no cumplan una función importante en el ámbito de la práctica pedagógica. Sin lugar a dudas, ellas son necesarias para mantener alegres a los estudiantes y conservar el “orden” en el salón de clase. Pero también es cierto que muchos estudiantes reclaman ese tipo de acciones con la intención de utilizarlatruculentamente para que el tiempo de la clase pase y, así, el docente no pueda terminar la actividad pedagógica que venía dirigiéndoles. En la mayoría de los casos, esa sutil manera de hacerle el quite a lo que el docente venía haciendo didácticamente, no es una manifestación de resistencia a la lectura de textos escritos, ni de oposición a aprender determinados saberes y conocimientos, sino laexpresión de un rechazo a los procedimientos metodológicos y didácticos empleados por el docente para orientar las actividades pedagógicas dentro del aula, entre ellas las referidas a la lectura de textos literarios.

La motivación es ante todo un problema actitudinal y, como tal, tiene que ver con la voluntad, el interés de querer hacer algo, saber por qué y para qué se hace. En este sentido,...