EL HÀBITO DE LA LECTURA PARA CREAR HÀBITO DE LECTURA

EL HÀBITO DE LA LECTURA PARA CREAR HÀBITO DE LECTURA

La lectura es una actividad que permite
elevar el nivel de consciencia de los individuos y los pueblos.
Su fomento es fundamental en la formación de una ciudadanía,
de un conglomerado de hombres y mujeres libres, autónomos,
capaces de definir sus propios criterios y obrar en consecuencia.

En la presentación de del libro NuevosCuentos Colombianos.
Selección y Notas de Elkin Obregón

Empezar a escribir sobre el hábito de la lectura, me remonta a mi época de infancia. Mi papá y mi mamá no fueron muy estudiados, no terminaron su bachillerato porque optaron por casarse muy jóvenes, pero siempre les gusto leer; mi mamá leía novelas de terror, suspenso, misterio y amor, las revistas de Vanidades con sus novelasde Corín Tellado y fotonovelas, mi papá se leía y releía el Colombiano, ellos disfrutaban leer.

Cuando yo inicie mis estudios de primaria, mi madre me enseñó a leer a punta de “estrujones, coscorrones y jalada de cabello” incluida, cuando me hacía repetir las combinaciones de letras sobre la cartilla de Coquito, ¡Qué estrés! Fueron muchas las lágrimas que tuve que derramar y creía queno lo iba a lograr, como para una no cogerle amor a la lectura!…. pero ahí viene lo maravilloso, de tanto insistir mi madre con sus propios métodos y demás que la labor también de todas las profes que pasaron por mi vida en esa época, no recuerdo como se produjo el gran milagro; pero si recuerdo que ya en el grado tercero, yo ya leía sola y con mis compañeras del salón y amigas de lacuadra comprábamos, negociábamos, intercambiábamos y coleccionábamos unos cuentos pequeños (todavía se usan en piñatas), de pasta amarilla, con letra grande en donde aparecían los cuentos tradicionales de los hermanos Grimm y otros pequeños relatos de princesas, hadas, tesoros… y yo me perdía en esas historias que me transportaban a mundos de fantasía e incluso hasta soñaba con tener unabiblioteca grande, del tamaño de una habitación, llena con esos cuentos, y luego las tías en las celebraciones como cumpleaños, ganada de año, o simplemente sin motivo alguno, nos traían cuentos con hermosos colores y dibujos, ejemplares que pasaban de mano en mano y finalmente terminaban rotos por las manos de las hermanas menores. Cuando cumplí los once años, el regalo fue un viejoejemplar de letra menuda, uno que otro dibujo en blanco y negro, del cuento de Las Mil y una noches y una vez lo tuve en mis manos, lo cogí y me “devore” sus 650 páginas en tres días, estaba extasiada, trasportada a esos mundos de aventura, suspenso; luego mi padre nos compró una enciclopedia de Salvat, Monitor, libros en que me perdía horas y horas trasportada a través de sus hermosas láminas alos paisajes llenos de color, especialmente del mar Mediterráneo, de Grecia, las calles de España, Portugal, Italia, Venecia … y no se me pueden olvidar las épocas de vacaciones en el pueblo, sin energía eléctrica, sin televisor, cuando el “programa” era alquilar revistas de comics divertidas como las aventuras de Archi, la pequeña Lulú, Kaliman y en las tardes reunida con los primos yprimas en los corredores de las viejas casonas, descubrimos el placer de leer también a escondidas las fotonovelas, ya que era un material “ prohibido”, e incluso hasta” pecaminoso”, porque nos mostraban fotos de los enamorados dándose besos en la boca. Luego en bachillerato nos ponían a leer los libros costumbristas como los cuentos de Tomas Carrasquilla y muchos otros que además iban consus respectivos análisis de lectura con su gran exigencia en la presentación de los trabajos, ortografía y contenido, y luego con las” locas” de mis amigas “ revolucionarias” leyendo Engels, Marx, ja,ja, y luego los textos de la universidad y de vez en cuando algún otro libro de novelas , porque ya otra vez a leer y releer los cuentos clásicos con mi hijo e hija que me hizo repetirle más...