el hombre
Durante esta fase psicológica se observaba que las personas de naturaleza más primitiva no podían escapar a las influencias de labrutalidad que les había rodeado mientras vivieron en el campo. Ahora, al verse libres, pensaban que podían hacer uso de su libertad licenciosamente y sin sujetarse a ninguna norma. Lo único que habíacambiado para ellos era que en vez de ser oprimidos eran opresores. Se convirtieron en instigadores y no objetores, de la fuerza y de la injusticia. Justificaban su conducta en sus propias y terriblesexperiencias y ello solía ponerse de manifiesto en situaciones aparentemente inofensivas.
En una ocasión paseaba yo con un amigo camino del campo de concentración, cuando de pronto llegamos a un sembradode espigas verdes. Automáticamente yo las evité, pero él me agarró del brazo y me arrastró hacia el sembrado. Yo balbucí algo referente a no tronchar las tiernas espigas. Se enfadó mucho conmigo, melanzó una mirada airada y me gritó:
"¡No me digas! ¿No nos han quitado bastante ellos a nosotros? Mi mujer y mi hijo han
muerto en la cámara de gas —por no mencionar las demás cosas— y tú me vas aprohibir que tronche unas pocas espigas de trigo?"
La amargura tenía su origen en todas aquellas cosas contra las que se rebelaba cuando volvía a su ciudad. Cuando, a su regreso, aquel hombre veía queen muchos lugares se le recibía sólo con un encogimiento de hombros y unas cuantas frases gastadas, solía amargarse preguntándose por qué había tenido que pasar por todo aquello.
Pero para todos y...
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