El hombre
”–Lo siento mucho –dijo el pequeño Hans frotándose los ojos y quitándose el gorro de dormir–, pero estaba tan cansado que pensé quedarme en la cama un poco más y escuchar elcanto de los pájaros. ¿Sabes que siempre trabajo mejor después de oír cantar a los pájaros?
”–Bueno, me alegro de eso –dijo el molinero golpeándole la espalda amistosamente–, porque quiero que vayas al molino, tan pronto como te hayas vestido, para arreglar el techo de mi granero.
”El pobre Hans estaba deseando trabajar en su jardín, porque no había regado sus flores desde hacía dos días, pero noquería negarse a la petición del molinero, pues éste era un formidable amigo para él.
”–¿Crees que no sería amistoso por mi parte el decirte que estoy ocupado? –inquirió dando un suspiro y con voz tímida.”–Realmente –contestó el molinero–, no creo que sea mucho pedirte considerando que voy a darte mi carretilla; pero, desde luego, si te negaras iré a hacerlo yo mismo.
”–¡Oh! ¡De ningún modo!–exclamó el pequeño Hans, y saltó de la cama, se vistió y se fue al granero.
”Trabajó todo el día, hasta el atardecer, y entonces vino el molinero a ver qué tal iba la tarea.
”–¿Has tapado ya el agujero, pequeño Hans? –exclamó el molinero con voz alegre.
”–Está completamente tapado –contestó el pequeño Hans, bajando la escalera.
”–¡Ah! –dijo el molinero–. No hay trabajo tan agradable como el quese hace para el prójimo.
”–Ciertamente es un gran privilegio oírte hablar –respondió el pequeño Hans sentándose y secando el sudor de su frente–. Un gran privilegio. Pero temo que nunca tendré ideas tan bellas como las tuyas.
”–¡Oh! Las tendrás –dijo el molinero–, pero debes tomarte más interés. En el presente sólo tienes la práctica de la amistad; algún día tendrás también la teoría.
”–¿Creeseso realmente? –preguntó el pequeño Hans.
”–No me cabe duda –contestó el molinero–; pero ahora que has arreglado el tejado, lo mejor es que te vayas a casa a descansar, porque mañana deseo que lleves mi rebaño a la montaña.
”El pobre Hans no osó poner ninguna objeción a esto, y por la mañana temprano el molinero trajo su rebaño hasta su casa y Hans se marchó con las ovejas a la montaña. Entre iry volver se le fue todo el día, y cuando regresó estaba tan cansado que se durmió en su silla y no se despertó hasta bien avanzada la mañana.
”–¡Qué delicioso tiempo tendré en mi jardín! –dijo; y salió a trabajar al momento.
”Pero nunca pudo volver a cuidar sus flores, porque su amigo el molinero venía siempre para enviarle a un largo recado o para llevarle a él a trabajar al molino. El pequeñoHans a veces estaba muy preocupado, pues temía que sus flores pensaran que las había olvidado, pero se consolaba diciéndose que el molinero era su mejor amigo.
”–Además –solía decir–, va a darme su carretilla, y ese es un acto de pura generosidad.
”Y el pequeño Hans trabajó para el molinero, y éste le dijo toda clase de cosas bellas acerca de la amistad, las cuales Hans anotó en un...
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