El libre desarrollo de la personalidad

La Constitución Política de Colombia de 1991 en su artículo 16 menciona que “todas las personas tienen derecho al libre desarrollo de la personalidad sin más limitaciones que las que imponen losderechos de los demás y el orden jurídico” [1].

Naturalmente, hace 20 años se puede considerar que esta promulgación fue un avance inédito y original para el entendimiento de la concepción del Estadoacerca de la libertad del ciudadano. Aunque, desde el punto de vista de la antropología filosófica, representa una idea extraña. Lo jurídico y los deberes y obligaciones tanto personales comocolectivas, en síntesis, limitan este derecho. ¿Se puede consideran “libre” esta libertad? Es una contradicción lógica que infringe el sentido común. [2] Para entender esta relación, es necesario definir quése entiende por “libre desarrollo de la personalidad” como derecho fundamental.

Este artículo de veinte y siete palabras significa que el Estado reconoce que cualquier persona tiene la facultad pornaturaleza a ser individualmente como quiere ser, sin que los demás lo obliguen o se lo impongan contra su voluntad. [3]Aunque hablar de este derecho en una sociedad cerrada y que no es tan abiertacomo parece en su carta magna puede radicar cuestiones profundas sobre que tan libres somos como persona, ciudadano o agente en la sociedad en general.

Un fenómeno usual en las pasadas eleccionespresidenciales entre los jóvenes: el hecho de que las directivas de una cierta universidad nieguen y prohíban alguna manifestación política de un estudiante como el porte de una prenda que representa lacorriente en la cual tiene sus convicciones individuales, naturalmente discrimina la autonomía de las personas que seguramente defiende este artículo y que fue evidente en aquellas instituciones detradición política. ¿Será que los manuales de convivencia o reglamentos de estudiantes de los centros educativos se ajustan a lo que establece la Constitución? Ahora bien esta norma busca señalar que...