El mando freelance

Mucho se habla y hablará sobre desarrollo de colaboradores, incluso si no existieran
las consultoras y los gurús, también centraríamos parte de nuestra reflexión
empresarial en cómo mejorar lacapacidad de los mandos en la difícil labor de hacer
hacer a los demás. A fin de cuentas, en principio, ya que el papel lo soporta todo, la
palanca del desarrollo debe generar un impacto directo en lacuenta de resultados de
las empresas.
Pero, pasar de la teoría a la práctica, de la reflexión a la implantación, del desempeño
al resultado, supone quizá el gran reto de los departamentos dedesarrollo y, por tanto,
de los departamentos de recursos humanos para que, definitivamente, sean tomados
en serio y formen parte de la cadena de valor. ¿Qué tipo de acción puede conseguir
conectar elmundo del deber ser con el del ser? Si quisiéramos hacer que alguien
hiciera algo, ¿qué es lo primero que haríamos? Pagar por lo que queremos que se
haga. Entonces, ¿cómo conseguir que los líderesespañoles se tomen más en serio el
desarrollo de sus equipos? Pagando por ello. De hecho, parte de su retribución fija
incorpora este concepto.
La experiencia práctica en la implantación de estrategiasde negocio nos dice que
desarrollar se desarrolla poco y el máximo exponente de su dignificación supone, en el
mejor de los casos, su incorporación competencial y formal, dentro de la evaluación deldesempeño. Pero esto no garantiza que se desarrolle a las personas, sobre todo
porque el jefe evaluador tampoco desarrolla y, por tanto, no garantiza la coherencia y
retroalimentación del sistema.De diversos ensayos sobre proyectos concretos y de lo aprendido de la experiencia
práctica con clientes y empresas, una de las llaves, al menos como visión en la que
orientar algunos proyectos defuturo, supone el provocador concepto de pagar a lo que
llamaremos el mando freelance.
Éste es el que, entendiendo su futuro profesional como un sumatorio de escenarios y
proyectos en diferentes...