El Matadero (Estevan Echeverria) Y Maestras Argentinas: Clara Dezcurra (Roberto Fontanarrosa) - Comparación

“El matadero” de Esteban Echeverría y “Maestras Argentinas - Clara Dezcurra” de Roberto Fontanarrosa son cuentos que tienen lugar en nuestro país en el período en que Juan Manuel de Rosas eragobernador de la provincia de Buenos Aires, el cual comprende las décadas entre 1830 y 1850. Si bien ambos tratan sobre la misma situación, le dan distintos enfoques; el primero es un texto romántico, y elsegundo una parodia.
En “El Matadero”, se ve una clara posición política del autor a favor de los unitarios, ya que describe a los federales como seres brutos y “salvajes”. Esto se ve aún másexagerado en el cuento de Fontanarrosa, que decía que los federales no sabían el abecedario, y por eso no reconocían al unitario con su barba en forma de U; que no sabían las tablas porque no había llegadoal país el sistema de “palotes”; e incluso hace pensar al lector que los estudiantes (que son adultos) fuesen niños a los que hay que tener vigilados y retar cuando sea necesario, como cuando losmismos degollaron al unitario y Clara tuvo que echarlos para “cortar todo de raíz antes que pasen a mayores”. Además, trata a los unitarios como personas más civilizadas y sofisticadas:
“[…] Es un mozojoven, bien parecido, que viene siempre de bombachas de fino fieltro y botas altas. […]”
Con respecto a la Iglesia, en “El Matadero” se ven las ironías entre la misma y el gobierno; por ejemplo, laiglesia decía que comer carne era un pecado, e incitaba a la gente para que no lo haga, pero a su vez, permitía al gobierno federal a que lo haga, es decir que la Iglesia (por lo menos en esta zona)apoyaba a los federales. En el cuento de Fontanarrosa esto también es así, podemos observarlo cuando Clara recibe las quejas del monseñor Brizuela respecto al tema que les enseñaba a los alumnos: lavaca. Consideraba que era indigno que los soldados federales fueran obligados a escribir sobre un tema tan poco épico y glorioso. Esto, sumado a las cartas de Sarmiento y otros sucesos, hace que Clara...