El Mito Del Siglo Xx

TERCERA PARTE
XIII. Las lecciones de Carlyle sobre el culto del héroe

El culto del héroe, considerándolo una esperanza perdurable para la conducción del mundo. La concepción de la historia y la política de Carlyle depende siempre de su historia personal, es mucho más biográfica que sistemática o metódica, llevando la idea de “caudillaje” hasta sus más radicales consecuencias, el héroe deCarlyle es en efecto, un santo transformado, un santo secularizado, según él, si alguna vez desapareciera héroe-arquía, tendríamos que desesperar del mundo enteramente, de esa facultad imaginativa uso ampliamente en sus lecciones, su estilo es, en verdad, el de un profeta que nos conduce al cielo y el de un hechicero que nos conduce al infierno, con un estilo más oratorio que filosófico.
Lacertidumbre de la ley moral, del imperativo categórico, en el primer cosa que no es dada, la condición y el fundamento de cualquier otro conocimiento. La realidad no la aprehendemos con la inteligencia, sino con la voluntad.
En la concepción que presenta a la historia y al mundo espiritual, como el verdadero, o por mejor decir, el único absoluto, encontró Carlyle el primer impulso decisivo para su teoríadel heroísmo y del culto del héroe, Fichte hubo de proporcionarle toda una metafísica del culto heroico.
Debemos tener presente esta diferencia fundamental: los filósofos del siglo XVIII fueron individualistas decididos, sus doctrinas sobre la igualdad de los derechos de los hombres las derivaban de su fe implícita en la igualdad de la razón.
Los modernos defensores del fascismo no dejaron deencontrar ahí su oportunidad, y pudieron convertir fácilmente en armas políticas las palabras de Carlyle, pues lo que entendía el por heroísmo o por caudillaje no era en modo alguno lo que encontramos en las modernas teorías del fascismo, según Carlyle, todos los héroes–profetas, poetas, sacerdotes- son auténticos y profundos pensadores, lo que constituye el carácter del héroe según él, es la raray feliz unión de todas las fuerzas creadoras y constructivas del hombre. Su preocupación principal eran los hombres individuales, y no las formas civiles de gobierno o la vida social, consideraba que la grandeza de una nación reside en la intensidad y la hondura de su vida moral y de sus creaciones intelectuales, y no en sus aspiraciones políticas, el culto del héroe significo un culto de lafuerza moral.
XIV. Del culto de los héroes al culto de la raza.
El culto del héroe y el culto de la raza han estado de tal modo unido que parece confundirse enteramente en todos sus intereses y tendencias, debido a esta alianza los mitos políticos evolucionaron hasta adquirir su forma y vigor actuales, y según Gobineau, la historia surge solamente del contacto con las razas blancas.

Las mejorescualidades de los grandes hombres son las cualidades de las razas, por si solos, nada podrían hacer, de todas las fuerzas, la raza es la poderosa y la más indudable, el totalitarismo de la raza fue lo que señalo el camino a las concepciones posteriores del estado totalitario. El adversario más poderoso que tenía Gobineau era, naturalmente, la concepción religiosa del origen y destino del hombre,tenía la idea del conjunto de la historia humana: lo que llamamos una nación no es nunca un homogéneo, es un produce de la mezcla de clases, la cosa más peligrosa del mundo.
La religión cristiana es ineficaz e impotente, el budismo es una perversidad moral, el patriotismo es una monstruosidad cananea, el derecho y la justicia son puras abstracciones, el arte es un seductor y una prostituta, lacompasión por los oprimidos y la piedad por los pobres son puras ilusiones sentimentales. El culto de la raza era la forma suprema del culto, el culto del supremo dios.
XV. Hegel.
Su lógica y su metafísica fueron consideradas al principio los baluartes más fuertes de su sistema una y otra vez desafío los famosos principios de identidad y no contradicción, lo que encontramos en la realidad es...