EL OFICIO DEL MAESTRO ES APRENDER
Mari Carmen Diez a través de esta lectura nos invita a reconocer como bueno este oficio tan bueno y cambiante. Compartiéndonos sus experiencias más significativasa continuación.
La primera vez que hice de maestra de verdad
Eran tantas las ganas que tenia de hacer las cosas a mi manera que llene las pizarras de planes y de inventos, para que todos pudieranaprender mucho, enseñar un poco y pasarlo bien en compañía de los demás. Y ahí fue cuando di mi primer tropezón con la realidad, que, sin embargo me enseño algo importante ya que, huyendo de lasexigencias absurdas de la dirección de la escuela, aprendí a resistir, y a no enterrar mis deseos a pesar de las dificultades.
Han seguido otras escuelas
En casi todas he podido encontrar algúncompañero con quien compartir la tarea, algún padre o madre con quienes pensar sobre la educación, algún niño o niña con quien asombrarme, a quien admirar, a quien rodear de esperanza. Y esas cosas teacompañen por dentro, te hacen mas fácil la profesión, te llenan de deseos de seguir adelante.
Veo
Veo a los pequeños imitarse, hasta que se atreven a ser como son, hasta que se deciden a mostrar que sondistintos, hasta que convencen de que son valiosos en su particularidad única. Los veo descubrir la vida poquito a poco investigando cada gesto, cada interrogante, cada deseo.
Me veo a mi mismapreparando materiales, programando, discutiendo, observando al alimón con mis compañeros del momento… Me veo haciendo informes, calibrando como encarar una entrevista para lograr entenderme con lospadres. Me veo rehuyendo el papel (necesario) de controladora, de señaladora de límites, de frustradora de deseos, de detectora de problemas…
Me veo, en fin, afectada de tantos afectos que discurren a mialcance que no puedo por menos que reafirmarme en mi deseo de seguir en esta profesión llena de encuentros, de asombros, y de curiosidades jugadas en comandita.
Un encuentro
El año pasado...
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