El papa crisóstomo

El Papa Crisóstomo
Celestino Alfonso
2006

“El Para Crisóstomo fue, como se sabe, un erudito: sus intereses, además de los teológicos, abarcaron aspectos de la cultura tan diversos como la geografía y la etnografía. Fue, en cierto modo, un heródoto cristiano que se intereso, además por las lenguas de las culturas que visitó antes de asumir el papado. La editorial Gredigsa acaba de publicarun libre de Jules Regnard (“La Lengua de un Papa ateo”), de más de 500 páginas, con un denso y completo aparato crítico, en el que el autor presenta la totalidad de los textos lingüísticos escritos por el Papa Crisóstomo. La tesis general de Regnard es que el Papa Crisóstomo ignora absolutamente, y a plena conciencia, toda explicación teológica o teogónica, sobre el origen, la estructura o lafinalidad del lenguaje para proponer un origen, una estructura y una finalidad rigurosamente lógica. Esto, incluso cuando Crisóstomo escribe frases como “Dios es el destino de toda invocación” (P. 123) “Todo nombre es el nombre de Dios” (P. 127) o “La existencia de Dios se prueba en cualquier concepto. Es imposible pensar sin pensar en Dios” (P.128). Esta paradoja –y otra no menos sugestiva quediremos en un momento – es lo que hace el libre de Regnard tan fresco y ameno pese al tema tan en apariencia árido que toca.

En pocas palabras esta paradoja se resuelve así, según Regnard: todo acto del pensamiento es un ejercicio lógico de unidad. Es imposible pensar sin unificar, a menos que al decir “árbol” pensamos por separado, las hojas y el tallo y la raíz, lo cual es imposible. Cuando decimos“Mundo” todos lo que estamos haciendo es unificando lógicamente una serie de elementos que por sí mismos no están juntos, esto es, que no comparten un mismo ser si no una misma lógica. En la tesis de Crisóstomo, siempre según Regnard tanto “mundo” como “árbol” son construcciones lógicas pero creemos que son ontológicas ambas porque “árbol” lo es. Mas claro: como el lenguaje nos sirve paranombrar esa hormiga que está ahí, esa manzana y ese niño, y tal y como existen, creemos que existen los triángulos, la bondad y el mundo porque la nombramos del mismo modo con palabras. Pero la verdad es que incluso la palabra niño es solo nuestro modo lógico de unificar la multiplicidad cambiante del ser del niño. Habría, pues, un ser del niño pero no un ser de la palabra niño.

Confundiendo lológico con lo ontológico, le otorgamos un ser a todo lo que nombramos y hablamos de “patria”, de “eternidad”, de “siempre” sin que haya en la realidad tales cosas, que no son otras cosas que un modo de unificar rasgos lógicos que aparecen dispersos a nuestra capacidad de abstracción. Si cada concepto o palabra es una unidad, producto de una multiplicidad (la unidad hormiga junta la multiplicidad“negro”, “rastrero”, “que pica”, “que tiene antenas”, etc), debe formar parte de una unidad mayor (insecto) , y de otra (animal) y de otra, y de otra, hasta llegar a la máxima unidad posible, aquella que ya no cabe en otra porque no hay ya elemento fuera de ella, esa unidad según Crisóstomo/Regnard, es Dios.

Esto estaría muy bien, y sería muy aristotélico si no fuera porque el Papa lo que está diciendosin de decirlo, según el teórico francés, es que Dios es una unidad lógica, no ontológica. Es decir, que Dios es un fabricación del cerebro como los círculos o los números que no tiene ser por sí mismo, que los hombres lo inventamos para entender precariamente el universo, del mismo modo que creamos la palabra árbol, para no tener que decir “hoja”, “hoja”, “hoja”, “hoja”… cada vez que queramosdecirle a alguien que vaya detrás de la casa a buscar una naranjas.

Esta es solo una, aunque la central, de las fascinantes tesis de Regnard con respecto al Papa Crisóstomo. Hay muchas, pero dentro de las limitaciones de este artículo expondré esta otra.

En el capitulo La Lengua Ceremonial de los Abuajín Regnard expone, unificándolas, una serie de hojas dispersas con anotaciones del...