El problema de la negativa ficta

Título Tentativo

Efectos atribuidos al Silencio de la Autoridad en materia Fiscal: ¿Protección más eficaz de las garantías de petición y legalidad?

Antecedentes

La Ley de Justicia Fiscal de 1936, que quedó abrogada por el Código Fiscal de la Federación de 1938, establece, respecto al derecho de petición y a la negativa ficta, en su exposición de motivos, que “no es el objeto de la ley,pues, reducir o limitar esa garantía sino, por el contrario, el de concederle una protección más eficaz (al gobernado) cuando por las circunstancias del caso, que al particular toca apreciar, éste cuente ya con los elementos para iniciar la defensa jurisdiccional de sus intereses, respecto al fondo de los problemas controvertidos, a pesar del silencio de la autoridad.”[1]

Antes de que seintrodujera la figura de la negativa ficta en nuestra legislación, la única manera en que el gobernado podía obligar a la autoridad a dar contestación a una instancia realizada por él ante ella, era mediante el juicio de amparo. Así es, el gobernado tenía que acudir ante el Juez de Distrito competente y demostrarle que dicha autoridad había transgredido su esfera jurídica al pasar por alto su derecho depetición, consagrado en el artículo octavo constitucional, para que éste la obligara a dar una respuesta fundada. En dado caso que el gobernado la considerara desfavorable a sus intereses, tendría que iniciar un segundo procedimiento para examinar los problemas de fondo de esa resolución. De ahí que el legislador haya considerado en la exposición de motivos de la Ley mencionada que la negativaficta comprendía una “protección más eficaz,” puesto que ya instituida esta figura, la ley da al particular “el derecho de pasar desde luego al examen de fondo, a pesar del silencio de la autoridad,”[2] en vez de tener que acudir primero al amparo para obtener una resolución y luego a un recurso administrativo, para estudiar el fondo del asunto. Así, el gobernado tiene la opción de impugnar lanegativa ficta y en este mismo juicio explorar sobre el fondo del asunto, sin coartar su derecho de acudir al amparo por violación al derecho de petición.

Sin embargo, no es convincente que en realidad la negativa ficta sea la protección más eficaz de las garantías consagradas en los artículos octavo, decimocuarto y decimosexto, puesto que, en palabras del maestro Hernández Carmona, “tratándose de lanegativa ficta, hay una resolución que afecta los intereses del particular, pues resuelve en forma desfavorable una petición o instancia realizada, pero se desconocen los fundamentos y motivos de esa resolución,”[3] transgrediendo así a los principios de legalidad, certeza y seguridad jurídica, garantizados principalmente en los artículos 14 y 16 constitucionales.

Definición del problemaEstá claro, pues, que el derecho de petición y la institución negativa ficta son dos figuras totalmente diferentes e independientes, y que de este modo, si se configura y posteriormente se interpone una demanda en contra de la negativa ficta, no se está trasgrediendo la garantía de petición del gobernado ni sería materia de agravio en dicha demanda. En este sentido, dicha institución es eficaz, yaque, en el caso de que el particular haya realizado un planteamiento ante la autoridad y ésta no haya contestado en breve término, abrevia los trámites y da una pronta resolución a la situación del particular revisando el fondo del asunto en un mismo juicio.

Empero, no pasa desapercibido que al configurarse la negativa ficta, existe, dentro de esta ficción, una resolución que no sólo esdesfavorable para el particular, sino que además se desconoce en qué se basó la autoridad para permitir que se estableciera y por qué lo hizo. Esto causa inseguridad jurídica al gobernado. Luego entonces, ¿será correcto aseverar, como lo hace la exposición de motivos de la Ley de Justicia Fiscal de 1936 que introdujo la figura en comento a nuestra legislación, que la misma concede una protección más...