El decir en psicoanálisis

El presente ensayo trata de desarrollar la importancia de la palabra dentro de la clínica psicoanalítica haciendo eco del énfasis tanto de Freud y Lacan por darle su lugar.

Una clínica a partir de la experiencia generada por el método freudiano que propone a partir de los “Estudios sobre la Histeria”, pero que precisa en “La interpretación de los sueños”, al proponer claramente la llamada“Asociación libre”. Método por el cual una formación del inconsciente puede ser abierto, interpretado, adquiriendo un sentido a partir de la intervención puntual del analista, quien debe ofrecerse para propiciar el despliegue de la palabra y éstas formaciones del inconsciente.

En el “la Interpretación de los Sueños”, Freud propone que el analizante diga lo que se le ocurra y a partir de ello, lallamada ‘asociación libre’ es una propuesta de libertad en el decir para alguien que, posiblemente, a lo largo de su vida tenía la palabra amordazada.

El acento en la libertad asociativa recae en el diga: ‘diga lo que se le ocurra’. Es decir, que el acento está puesto en el decir y, por lo tanto, se trata de algo que pasa por la palabra y la relación del analizante con la misma, en cómo ‘dice loque dice’. Por lo tanto, en el caso de los sueños, lo que importa es el relato del mismo más allá del contenido concreto y/o coherencia del acontecer del sueño.

Freud, a lo largo de su obra, nos muestra que debemos partir no de la conducta o de los fenómenos fisiológicos, sino que el punto de partida debe ser el relato que el paciente hace del síntoma que lo aqueja.

Un ejemplo que podemosencontrar en Freud es en el texto “Algunas consideraciones con miras a un estudio comparativo de las parálisis motrices orgánicas e histéricas (1893 [1888-93])” en dónde explica que la anatomía de la histeria es diferente a la anatomía de neurológica:

“Además, por lo que toca a la nutrición de las partes paralizadas y a sus reacciones eléctricas, la parálisis histérica presenta los mismoscaracteres que la parálisis cerebral orgánica. Si de este modo la parálisis histérica se aproxima a la parálisis cerebral, y en particular a la parálisis cortical que presenta una facilidad mayor para la disociación, no deja de distinguirse de ella por algunos caracteres importantes”[1]

Por lo tanto se trata de una anatomía diferente que no se puede situar desde el exterior y de la cual podemos darcuenta a través de un análisis clínico, sino que depende de lo que el sujeto que lo padece pueda relatar.

Pero, ‘¿Qué es la clínica psicoanalítica?’. Lacan se lo pregunta en el discurso de apertura de un lugar de enseñanza universitaria, en la “Apertura de la sección clínica”, y responde:

“La clínica tiene una base: es lo que se dice en un psicoanálisis”

Volvemos a encontrar en Lacan,recuperando el énfasis puesto en Freud, en el decir del analizante sobre su padecer. Este tema de la palabra fue una de las críticas de Lacan a los pos freudianos proponiendo lo que llamó “el retorno a Freud” que consistía en retornar a lo subversivo en Freud, en revalorizar a la palabra ya que lo que él señalaba es que lo que se había perdido en Psicoanálisis era la función misma de la palabra, suvalor.

“Se puede seguir al filo de los años pasados esa aversión del interés en cuanto a las funciones de la palabra y en cuanto al campo del lenguaje. Ella motiva los “cambios de meta y de técnica” confesados en el movimiento y cuya relación con el amortiguamiento de la eficacia terapéutica es sin embargo ambigua”[2]

Pero este decir del que se trata, no es un decir cualquiera:

“La clínicapsicoanalítica está siempre ligada a la cama: se va a ver a alguien acostado. Y no se encontró nada mejor que hacer acostarse a aquellos que se ofrecen al psicoanálisis, con la esperanza de sacar de eso un beneficio, el cual no está previsto de antemano…”[3]

Sin ahondar en el uso del diván, que no es el rema central de este texto, agregaría que el ‘estar acostado’ permite despegar el decir...