El psicologo

El papel del psicólogo clínico en España
Víctor Manuel de la Torre Iglesias Psicólogo clínico

Iniciar un artículo que se presupone de opinión con una pregunta, aunque sea retórica, obliga en cierta medida a su responsable a contestarla. Tal vez dar respuesta a esta compleja cuestión no esté al alcance de mi mano, pero al menos espero que las siguientes líneas sirvan para situar el verdaderoalcance una polémica que sigue plenamente vigente, aunque no sea precisamente novedosa, en la actualidad, y que amenaza con seguir condicionando el desempeño de una profesión, a todas luces necesaria, en nuestro país. Recuerdo como si fuera ayer las clases en la facultad de Psicología, y concretamente las de una asignatura,” Técnicas de intervención y tratamiento”, en las que aprendí, no sinesfuerzo, los postulados básicos de la terapia cognitivo-conductual. En uno de los escasos momentos de tranquilidad, el profesor comentó, de forma coloquial, lo importante que era la correcta asimilación los aspectos más vendibles del modelo psicológico de intervención, con vistas a poder competir en igualdad de condiciones con los profesionales de la medicina. En ese momento no le di mayor importancia,en cierta medida alertado por la retórica belicista que impregnaba esas palabras, pero con el paso de los años, y la experiencia que me han aportado, he terminado por reconocer la veracidad de esos argumentos. Si bien la postura oficial pasa por la necesidad de un entendimiento entre los diversos profesionales de la salud, pues ese es el único corolario posible si se asumen plenamente laspremisas del modelo biopsicosocial, la realidad se empeña en cuestionar este hecho, con muchos compañeros ejerciendo de forma precaria, dadas las dificultades para acceder a un puesto en la sanidad pública, o bien, una vez alcanzado, obligados a trabajar en unas condiciones que no son ni de lejos las idóneas para el ejercicio de nuestra profesión. Habrá quién me tache de catastrofista, y posiblemente nosin cierta razón, si el entorno en el que se mueve permite dibujar un paisaje diferente; yo hablo por lo que conozco, y el panorama se parece muy poco al que dibujan las diferentes administraciones con competencias en Salud Mental. En todo caso, pocos discutirán la necesidad de un nuevo enfoque que permita optimizar, en el mejor de los casos, la atención psicológica a todo aquel ciudadano que lademande. A continuación planteo una serie de puntos que, desde mi punto de vista, se antojan imprescindibles para conseguir instaurar, de una vez por todas, el verdadero papel del Psicólogo Clínico en España: 1. Ante todo, considero fundamental educar a la ciudadanía en las bondades del modelo psicológico, tanto a nivel de prevención como de tratamiento de los diversos problemas a los que podemosvernos expuestos, a lo largo de su vida, cualquiera de nosotros. Tal vez el principal escollo en este punto, más allá de la escasez de fondos destinados a la educación, sea romper con una inercia cultural que nos predispone a asumir en silencio nuestros problemas en vez de 1

asumirlos, compartiéndolos con los demás y tomando parte activa en su solución. Si bien con las nuevas generaciones seestán produciendo mejoras en este sentido, aún nos encontramos lejos de países como Estados Unidos, donde la institucionalización de la figura del psicólogo es una consecuencia lógica de la asunción de un modelo más pragmático, en línea con el substrato sociológico, de solución de problemas. 2. De poco sirve formar a la población en la necesidad de invertir en su salud si, llegado el momento de serusuarios del servicio, no tienen quién les atienda. Aunque parezca mentira, las plazas para Psicólogos Internos Residentes (PIR) convocadas anualmente siguen siendo pírricas en relación a la demanda estimada, y los devaneos gubernamentales en lo referente a la LOPS nos hace temer que las cosas no mejorarán a medio plazo. Se impone la necesidad de mejorar la inserción del Psicólogo Clínico en...