El Titulo

Frayburu

Todo empieza una mañana en la que curiosamente el oleaje en las costas de Frayburu parecía demasiado tranquilo. Ese día comenzó a ser inusual desde el momento en el que Roman Barbaroja nosurcaba las orillas del mar a esas horas buscando como siempre numerosos tesoros ocultos, desde muchos años ese hombre me pareció extraño en varios aspectos,por sus multiples hazañas y sobretodo porsu peliroja barba. Yo Raúl Ramirez hijo de Ramiro Ramirez, el jefe del fabuloso faro de nuestra preciosa isla, y por supuesto de su mujer y mi querida madre. Ese día se retraso apenas una o dos horasaproximadamente según el reloj que me regaló mi abuelo antes de morir. Me asuste y fui a llamar rápidamente a mi padre para que diese la alarma de que se había hundido Barbaroja en las profundidadesdel mar con su lancha motora. Subimos rápidamente los don como dos guepardos persiguiendo a una presa, desde lo alto del faro que solo mi padre me llevaba cuando era una ocasión especial o había algoque celebrar se veían unas vistas fabulosas en las que si mirabas a lo lejos del horizonte el mar cambiaba ligeramente de tonalidad cambiando de un tono esmeralda a un tono azul verdoso. desde allítratamos de localizar a la embarcación de Barbarroja. A los cinco minutos de fijar la vista en el reflejo del sol en el mar se me comenzaba a nublar la vista, pero finalmente surgió un destello quedesvelo la posición de la conocida embarcación del buscatesoros. Mi padre sorprendido por el retraso de la embarcación que normalmente debería estar aproximadamente a un kilometro sobre la orillaaproximadamente. Al mirar al acantilado todavía no se divisaban ninguna de las múltiples gaviotas que residían en nuestra isla. Mi padre trato de tranquilizarme pero lo único que consiguió fue impacientarmemás para descubrir una de las pocas aventuras que sucedían en nuestra isla. Al recapacitar sobre la situación decidí ir a visitar a Barbaroja, al llegar a su humilde casita hecha de los desechos de...