emmm
Solamente un alumno que asistió a sus retiros, a las misas, que participóen la banda de música o cuerpo de baile, a los bautismos y a sus múltiples actividades extracurriculares, sabe y siente lo que es “pertenecer al Roque”.
El niño o adolescente quevistió tu uniforme, el que portó tu insignia en el pecho, el que alzó tu porta-estandarte, el que izó tu bandera, sólo ellos saben que “el Roque es un sentimiento”.
En realidad,me cuesta mucho pensar que no voy a sentir más la alegría de todas las mañanas de entrar a mi segundo hogar, a veces, lo sentía el primero porque no sólo compartí muchas cosas allícon profesores y preceptores (la mayoría casi padres o amigos), sino que también me daba placer ver a todo mi curso disfrutando del encuentro diario.
En este año soy la últimageneración (por ahora…) de padre, tíos, hermanos, primas y primos que dejaron huellas en el Roque, a veces profundas, en tu memoria y en tu historia, entonces mi nostalgia es todavíamayor.
Me duele pensar que estos trece años son sólo una etapa de mi vida y ahora tengo que despedirme, porque en el futuro, cuando siga concretando mis proyectos, jamás me voy aolvidar que mis bases, sentimientos como ser humano, como hombre, los formé con tu ejemplar cuerpo de sacerdotes, docentes, personal administrativo, en donde cada uno aportó susenseñanzas y calor humano.
Sin duda, uno de mis logros dentro del cole, es la gran cantidad de afectos que me dejó y por ello esta despedida. Lo único que me queda por decirte es:
Regístrate para leer el documento completo.