Empezó una revolución

AQUÍ EMPEZÓ UNA REVOLUCIÓN
Por Nadia Rosso

@nad_ro

“Lo único que se necesita para empezar la revolución feminista es una amiga” decía un meme que leí por ahí. Es verdad. Lasmicrorrevoluciones empiezan entre las personas. El heteropatriarcado nos dice a las mujeres que amemos sólo a los hombres, que dediquemos todas nuestras energías físicas, psicológicas, económicas, sexuales yemocionales a ellos. Que ese –el amor a los hombres– es el verdadero Amor, el que importa, el que nos salva, el que nos hace existir. Y las mujeres pues sí, pueden ser nuestras comadres o amiguis, pero nuncaolvidemos que son posibles rivales que pueden quitarnos eso, lo más preciado para una mujer: un hombre.

Nosotras en algún punto de este camino no sólo renunciamos al mandato de darle cualquierservicio no remunerado a los hombres: ni afectivos, ni sexuales, ni económicos, ni laborales ni ningún otro a cambio de ese “Amor verdadero”; renunciamos también a ver a otras mujeres –nuestras pares máspares– como rivales. Al contrario, nos dimos cuenta de que las mujeres no nos quitarán ese “Amor verdadero” –que es en realidad decepcionante, que implica un trato injustísimo y desigual entre laspartes, pérdida de autonomía y muchas veces violencia– sino que las mujeres somos también fuente de amor. De un amor que nada tiene que ver con ese Amor de dar-perder, con el entregarse, con regalarnuestra libertad, con un contrato económico patriarcal, pues. De un amor que nadie nunca ha valorado ni a nadie le ha importado, y que por ello tampoco está normado. De un amor que podemos construir comonos de la gana, con la libertad de alguien a quien el sistema no le importa, a quien se le olvida que existe y por lo mismo no le exige nada ni la limita en todo. De ese amor que el heteropatriarcadonos dice que es amor de “a mentiritas”, y que llama amistad, para distinguirlo del Amor, con mayúscula, el Amor romántico heterosexual que nos dice que es el mero bueno que debemos buscar como...