Empirismo y Racionalismo: John locke & Inmanuel Kant
limpio de todo signo» en el que se escriben las experiencias procedentes del mundo exterior. Como consecuencia, en la medida en que las experiencias escritas en la mente
representan el mundo, podemos conocerlo. Esta idea presenta un problema: el
conocimiento parece requerir el tipo de contenido conceptual que las impresiones
procedentes de los sentidos no pueden proporcionar. Fue Immanuel Kant, sobre todo, quien aclaró esta idea. En su obra Crítica de la razón
pura dintingue en un «mundo noúmeno», el de las cosas en sí mismas, y el «mundo
fenoménico», el de las apariencias. Afirmó que mientras que la naturaleza de los objetos del mundo noúmeno «nos es completamente desconocida», podemos saber algo del mundo
fenoménico.
El punto clave es que la mente da forma, categoriza y organiza las experiencias que
constituyen el mundo fenoménico; en otras palabras, impone orden en los datos en bruto
que proceden de nuestros sentidos. Concretamente, las experiencias se organizan en
nuestra mente en términos de los conceptos de espacio y tiempo, y sobre la base de un
número de más categorías de conocimiento, que incluyen causa‐efecto y sustancia. Así, si
tomamos el ejemplo del espacio, Kant afirmaba que el mundo en sí mismo, el mundo
noúmeno, no tiene relaciones espaciales. Por el contrario, nuestra mente impone las
propiedades espaciales del mundo fenoménico en los datos en bruto de nuestra
experiencia sensible. En otras palabras, nos representamos el mundo a nosotros mismos
como espacial.
Mediante este argumento general, Kant pensaba que equivalía a una «revolución
copernicana», intentó resolver el problema del fundamento conceptual del conocimiento, y
de forma más ...
Regístrate para leer el documento completo.