En Torno a La Legitimidad Constitucional

En torno a la legitimidad constitucional
I. Introducción
La legitimidad constitucional ha sido un tema, por lo general, marginado por la doctrina constitucional clásica y una buena parte de la actual. El tema de la legitimidad fue, en definitiva, entendido como un presupuesto en el que el jurista no tenía la obligación ni la necesidad de entrar.
Lo cierto es que esa cuestión previa, ese apriori de la legitimidad, ni puede ni debe ser tan fácilmente desdeñado por el teórico del derecho en la medida en que, sólo a través de él, adquieren sentido y significación histórica y social los procesos de conceptuación jurídica.
Lo que importa, simplemente, es constatar esa inexorable conexión entre los supuestos legitimadores del sistema constitucional y sus formas de conceptualizaciónjurídica.
En primer lugar me referiré a la forja histórica del concepto de legitimidad constitucional, desee donde se entenderá el sentido de la aparición del concepto de constitución formal y el significado político de la constitución.
En segundo lugar aludiré al significado del consenso como inexorable sustitutivo histórico de la idea de pacto para conformar actualmente la noción de legitimidad,haciendo especial referencia, de una parte, a la llamada por Habermas legitimidad funcionalista y, de otra, a las denominadas posiciones neocontractualistas, que tienen en los nombre de un Robert Nozick, de un Brian Barry y, sobre todo, en la teoría de la justicia de John Rawls, a sus más brillantes expositores.
En tercer lugar y por último, hare referencia, a título de ejemplo, a las repercusionesque los nuevos planteamientos de la legitimidad suponen en tres grandes temas de la teoría constitucional, como son:
a) El nuevo enfoque de los derechos fundamentales
b) La nueva visión de la idea de legalidad
c) El nuevo significado de la interpretación constitucional
II. La aparición Histórica de la legitimidad
Respecto a la forja histórica del concepto de legitimidadconstitucional, una aclaración inicial se impone. La aclaración es la siguiente: no tiene sentido hablar de legitimidad constitucional en aquellas situaciones y en aquellos momentos históricos, en que no operan los presupuestos políticos sobre los que se definirá luego el régimen o el Estado constitucional, y la misma noción de Constitución formal.
Por ello nos parecen arbitrarias y, en definitiva,inadmisibles todas aquellas posturas doctrinales que pretenden encontrar precedentes e al idea de constitución en el mundo cásico (Grecia y Roma).
Ni en Grecia ni en Roma, ni e la edad media se producen los supuestos que condicionan y dan origen a la noción de legitimidad. Y ello porque, al configurarse la comunidad política como una entidad moral y religiosa, la organización política en cuanto talse justificaba y legitimaba por sí misma.
El estado se entendía como algo previo al individuo con lo que el hombre encontraba y que en ningún caso podía interpretarse como una creación suya. Al estado lo hacían los Dioses y no los hombres; lo que equivale a indicar que la legitimidad del Estado se producía en razón de su propia existencia; porque la comunidad política existía, estaba ya en simisma legitimada.
La idea de constitución en sentido normativo, tal y como por ejemplo la ha expuesto el profesor García Pelayo, y tal y como se concibe en la racionalización política burguesa, en cuanto instrumento a través del cual el hombre organiza para su servicio el Estado, resulta absolutamente desconocida. Se comprende, de este modo, que la idea de legitimidad constitucional no se hicieratampoco necesaria.
Sin embargo, es evidente que ni en e máximo apogeo de la república Romana, y mucho menos aún con la asimilación por el Imperium de las categorías jurídico-públicas republicanas, la participación política del pueblo trascendió nunca los límites de la organización política en que operaba.
Para que históricamente maduraran los dos presupuestos básicos sobre lo que habría de...