Ensayo El Mal Estar En La Cultura

Ensayo:
EL MAL ESTAR EN LA CULTURA
Sigmund Freud

Maria Paz Parada
Carola Mancilla Barrientos

En este ensayo desarrollaremos algunas de las discusiones presentadas en clases, bajo la comprensión del texto “El malestar en la cultura” de Sigmund Freud, donde realizaremos un análisis y plantearemos nuestra visión personal frente a problemáticas trascendentales en nuestra cultura y serindividual, que por lo demás son un motivo histórico de reflexión y búsqueda de respuestas sin fin.
Para comenzar nos basaremos en tres fuentes del sufrimiento humano las cuales nos llevan a abarcar dichos nudos mencionados anteriormente: el poder de la naturaleza, la caducidad de nuestro cuerpo, y nuestra insuficiencia para regular nuestras relaciones sociales.
Tomando en cuenta la necesidad decontrolarlo todo y la impotencia y miedo que esto conlleva de no poder hacerlo, hemos creado la cultura para proteger al hombre contra la naturaleza omnipotente. Personalmente pensamos que de no ser así viviríamos con el eterno temor a lo desconocido, lo que nos ha hecho establecer un sinfín de fetiches que nos hacen sentir más seguros dentro de la sociedad. Si bien es cierto que estos “fetiches”se han impuesto desde tiempos inmemorables, la evolución de la cultura los ha ido desvirtuando de su objetivo inicial. Al punto de disfrazar las causales de felicidad y angustia con las que nace el hombre.
Existe una analogía, según Freud, entre la evolución cultural y el proceso libidinal del hombre individual en las cuales los instintos podrían conseguir satisfacción a través de lasexualidad o la agresión, y cuando esto no se puede llevar a cabo ya que es la misma sociedad la que nos rige y somete, se produce la frustración, lo que causaria este mal estar. Siendo asi, nuestra cultura (mundo exterior) seria la culpable de la miseria que sufrimos. Pero hoy (siendo estudiantes) somos conscientes de que estos impulsos se pueden dirigir, en la medida de no afectar al otro, teniendoen cuenta que no solo el sexo y la agresión son nuestras fuentes de placer. Son precisamente los patrones culturales los que establecen nuestras formas de ser feliz, y es nuestra responsabilidad medir lo perjudicial que resulte para sí la realización del placer y al mismo tiempo el placer mismo. Aquí, es la conciencia moral la que predispone la subjetividad como un constante malestar.
En cuantoa la caducidad de nuestro cuerpo hemos inventado la vida eterna, el paraíso para no sentirnos finitos, renegamos el hecho de morir, siendo la religión la que nos aliviaría dandonos un consuelo de pertenecia con la totalidad del mundo exterior. Freud sin ir mas lejos nos dice :
“El hombre común concibe como su religión, al sistema de doctrinas y promisiones que, por un lado, le explican conenvidiable integridad los enigmas de este mundo, y por otro, le aseguran que una solícita Providencia guardará su vida y recompensará en una existencia ultraterrena las eventuales privaciones que sufra en ésta”.( Freud Pag. 10)
El dogma polarizado de la religión plantea un “único camino posible” a la felicidad, inhibiendo así la adaptación del individuo a su realidad y entorpeciendo su camino haciala felicidad. Pero esta felicidad sería realmente completa solo desde la satisfacción de los deseos? Sin la reprocidad y consentimiento del otro?
Mientras menos opresión y restricciones a nuestros instintos primitivos, seria mas fácil alcanzar la felicidad, pero sin la consciencia de lo que se está haciendo seríamos solo animales.
A pesar de que la religión nos impone reglas para regirnuestros actos, también es muy cierto que entrega un sentido a la existencia. Pero este sentido sería mas amable con nuestro sistema psíquico, si fuéramos nosotros mismo quienes le otorguen significancia. Entonces realmente sería feliz el hombre dando rienda a sus instintos, pero sin rumbo ni sentido de vida?
En relación a nuestra insuficiencia de regular las relaciones humanas dimos vida al...