Ensayo la politica de aristoteles (borrador)
colectiva de los seres no es sino la descripción de una característica inherente a la especie humana, ‘El ciudadano y el hombre virtuoso no son más que uno’,la condición excelsa de hombre político es definitivamente un regalo de laevolución en virtud del cual ya no somos más una especie libre e ignorante de su destino, sino que nos orienta y nos obliga a enfocar nuestras accioneshacia la auto preservación y el perfeccionamiento, a la ratificación de nuestra supremacía en el universo. Conocemos, no obstante, de los vicios de nuestra esencia. El propioAristóteles no consigue desvincular sus pensamientos de la forma simple de una lucha constante por el poder de mejorar las cosas, poder en sentido altruista, pero poder al fin y al cabo; y es de considerarse que dicho obstáculo no se deba sino a que somos ese eslabón perdido que tanto buscan nuestros antropólogos: mixtura de bestialismo y razón, único animal que sabe que conoce, bestia única quesabe que puede cambiarlo todo con excepción de su fatal destino. Esa es nuestra condición, y nuestra búsqueda: la Atenas perfecta. Aristóteles, al igual que muchos contemporáneos suyos, desarrolló un amplio sentido del manejo de la razón, de la finalidad del hombre y de la finalidad del hombre político como ciudadano: la formación del Estado; un hecho natural, ya que el hombre es un sernaturalmente sociable, porque no puede bastarse a sí mismo separado del todo como el resto de las partes, siendo aquél que vive fuera de ésta, un ser superior a la especie, o una bestia. Por todo esto, la naturaleza arrastra instintivamente al hombre a la asociación política. Debemos grandes postulados a su filosofía, que pero merecen en especial atención las circunstancias propiciaron
su tiempo lalibertad para expresarse en unos u otros aspectos, pues era éste un ciudadano libre con poder ante sus esclavos y por ende con el tiempo suficiente para encontrar en la ociosidad el camino hacia su inquisición, esa ociosidad que el defiende mejor que el
trabajo en esa misma medida. He aquí una de las vendas de Aristóteles, que fija un mundo naturalmente perfecto siempre y cuando se observen las...
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