Ensayo Soledad

Si en otras latitudes donde la vida florece con fuerza y alegría el problema es la pobreza o el subdesarrollo, en las nuestras, donde la vida se marchita y casi no se reproduce, parece que el problema es la soledad. Vivimos en sociedades que envejecen, llenas de gente sola, que vive sola, que bebe sola, que habla sola, que pasea sola –o en masa, pero embebida en sus pensamientos–; gente que noconoce ni a sus vecinos.
La soledad que siempre ha formado parte de la condición humana. Existe una soledad deseada y buscada, y otra no deseada: la de quienes, dolorosa e irremediablemente, la padecen sin buscarla. En este artículo nos interesa más comprender esta segunda, pero para ello también habremos de examinar la primera.
Por otra parte, la soledad no siempre ha adoptado las mismasformas. Hay una soledad que se ha hecho condición de vida para nosotros. Ernesto Sábato la describe bien:
«Cuando multitudes de seres humanos pululan por las calles de las grandes ciudades sin que nadie los llame por su nombre, sin saber de qué historia son parte, o hacia dónde se dirigen, el hombre pierde el vínculo ante el cual sucede su existencia. Ya no vive delante de la gente de su pueblo, de susvecinos, de su Dios, sino angustiosamente perdido entre multitudes cuyos valores no conoce, o cuya historia apenas comparte»1.
Hay muchos que gustan de esta vida social moderna y no la consideran maldición. Tienen medios para huir de esta soledad. Pero los medios socialmente aceptados no son accesibles para todos. Hay excluidos que viven la soledad no deseada específica de nuestras sociedadesmodernas. Es esta condición solitaria moderna la que nos interesa en este artículo.
La tesis del artículo es que la soledad del excluido es un síntoma de que nuestra vida social está enferma. Su soledad es correlativa a la forma de vida vigente en la sociedad que excluye. No se puede afrontar el problema de la exclusión simplemente considerando a los excluidos como casos o situaciones dolorosasque hay que ayudar a arreglar. No basta preguntar «qué hacemos con ellos». Todo lo que no afecte a nuestra forma de vida serán pseudo-soluciones, a lo sumo paliativos. Hemos de dirigir la mirada a la sociedad que excluye, pues no hay verdadera solución a la exclusión sin cambiar nuestros modos de autocomprendernos, nuestros modos de vincularnos y nuestros modos de organizarnos el trabajo, laproducción y el consumo2.
Consecuentemente, me propongo, en primer lugar, examinar el gusto por la soledad tal como se vive actualmente en nuestras sociedades. A continuación, haré una somera enumeración de algunas formas típicas de la soledad tradicional y de la moderna, asociada a la exclusión. En tercer lugar, remontando aguas arriba, trataré de comprender cómo se ha ido gestando la soledad ennuestras sociedades. Seguidamente, en cuarto lugar, trataré de diagnosticar la enfermedad social que padecemos, para acabar, en un quinto apartado, apuntando algunos caminos para vivir mejor, de modo que no sobre nadie.


1. El gusto moderno por la soledad

Hay una soledad de connotaciones aparentemente positivas, a la que nuestra cultura «le ha ido cogiendo gusto». Una soledad elegida,comprendida como soberanía libre de interferencias externas, como marco de la autorrealización. Esta «vida en soledad –como elección– parte de una lógica económica que prioriza el yo a los otros»3, va asociada al progreso del individualismo. Es fruto de un cálculo racional que compara los costes y beneficios de compartir la vida.
El aumento de jóvenes que comienzan a vivir en solitario ha sidoextraordinario. El censo de 2001 constataba el amplio crecimiento de los hogares unipersonales, que han aumentado sobre todo gracias a las personas solteras que viven solas: 593.000 en 1991, y 1.210.697 en 2001. Datos posteriores muestran que el crecimiento continúa. Atendiendo sólo a los jóvenes solteros de entre 25 y 34 años que viven solos, su número se ha triplicado en diez años. Si en España uno de...