ensayo

El Abuelo y La Sirena
¡Abuelo, abuelo!, ¿Nos cuentas un cuento?, claro, pero antes que nada necesitó que guarden silencio y escuchen con atención.
Comenzamos:
Una tarde de verano, el sol a todo su esplendor, el cielo azul como pocas tarde; se encontraba sentada a la orilla del mar una joven muy bonita, era una muchacha muy atractiva, tenia 24 años, eral alta, esbelta, con el cabello pelirrojoy unos ojos azules, azules como turquesas; sin embargo al contemplar su gran belleza pude percatarme que algo le preocupaba; sin pensarlo me acerque a ella y le pregunte ¿disculpa, estas bien?, por un momento se quedo callada mirándome fijamente a los ojos y es que tal vez en ese instante le pudo sorprender que un desconocido como yo, se le acerca, así que inmediatamente se levanto y sin decirnada corrió, trate de alcanzarla pero mi esfuerzo fue en vano.
En ese momento me sentí tan pero tan mal, ya que no pude ayudar aquella joven, es mas ni su nombre le pregunte; así que decidí caminar varias horas a la orilla del mar, claramente recuerdo que el viento de ese día zarandeaba mis oídos, levante los ojos y observe el lejano horizonte, el sol estaba a su máximo esplendo, era un atardececomo nunca antes visto, pero sin pensarlo las horas se me fueron sin darme cuenta, observe mi reloj eran las 7:30p.m, agilicé mi andar ya que recordé que había quedo con mi hermana de que llegaría a cenar a casa con ella.
Estaba a punto de tocar la puerta, cuando de repente se abrió, me espante pero cuando levante la mirada estaba ahí, era ella, mi linda y hermosa hermana Miriam, en ese instantepensé que se iba a enojar mucho por haber llegado un poco, pero solo un poco tarde y sin ninguna decirme nada se lanzo sobre mis brazos y dijo “te quiero”, me sorprendió mucho, pero un sentimiento inexplicable surgió de mi alma, era una sensación de alegría pero al mismo tiempo de nostalgia y amor.
Entramos a la casa, la cena estaba servida, así que nos sentamos, y sin duda alguna le empecé aplaticar, de esa muchacha que me cautivo con una simple mirada la cual radiaba su hermoso rostro; Miriam se notaba un poco molesta, más bien yo diría que estaba celosa, pero aun así me recomendó buscarla. Esa noche no pude dormir, daba vueltas en mi cama, me levantaba, me sentaba trataba de cerrar mis ojos y su cara esta fijamente en mi mente, no pude contener las ganas por volver a verla, que en unmomento de desesperación por saber quien era, me levante y sin hacer ruido salí de mi casa en busca de mi amaba Dulcinea como digiera el Quijote de la mancha.
Camine por varios horas y sin imaginarlo la vi caminar entra el viento espumoso de esa noche, pero pensé “se va ir, se va a ir de nuevo si le hablo “así que me dispuse a seguirla sin que ella se diera cuenta, pero cometí un grave error,un error imperdonable cuando quise corregirlo ya no pude, ya le había vuelto hablar; por un momento pensé que se volvería a ir corriendo…. Sin esperármelo me respondió “otra vez tu”, por un minuto me quede maravillado, no lo podía creer, mi corazón estallaba de la alegría, me puse tan nervioso que la mente se me puso totalmente en blanco.
Fue tan notorio mu reacción que esta ella se diocuenta; se empezó a reír y como ya saben más nervioso y sonrojado me puse; en ese momento, ella me pregunto ¿Estas bien?, ¿Cómo te llamas?; recuerdo que de lo emocionado que me encontraba, apenas y le conteste bien; si, si estoy bien y no habíamos tenido el gusto de presentarnos, soy Raúl y tu ¿Cómo te llamas?, de inmediato me dijo, me llamo Mónica.
En ese momento los dos nos quedamos fijamente viendoa los ojos, sonriéndonos el uno al otro; así que me anime y la invite a caminar por la playa, claro ella acepto.
La tome de la mano y comenzamos a caminar, ella me pidió una disculpa por lo sucedió en tarde, me dijo que no me conocía y le cause miedo; pensé “tal vez tenga razón yo se que no estoy nada bonito, pude haberla espantado”, me comento que se había salido de su casa, sin avisarle a...