ensayo

MONOGRAFfA

Lns ctENclAs HurnANAs coñno
PRoBLEfinA Fllosónco
etrcralemente, cuanáo hablamas de
ciencia pensá.mes en las cicncias
naturales; nos imaginamos un
Íaboratorio de experimentación y un tablero
lleno defórmulas matemdticas, ¿Pero qué
pasa con las ciencias humanas? Pues no
caben, por supuesto, baio esa imngen
cotidiana del *abajo científica,la que nos
haee pensar si realmenteexiste una ciencia de
lo humano. ¿Cómo conocer el fenómeno de lo

humano?

Ll

pRecuNTA PoR EL

HO'I'TBRE

A menudo no comprendemos a los hombr$. Su comportamiento y 6us ideas, por
más que se sucedan una y otra
vez en muchas ocasiones, no
dejan de sorprendernos. Hay
algo mágico, es cierto, en las
acciones humanas: los hombres pueden trasfarmar su
entorno natural, crear conocimientopara ex¡plicar y predecir
acontecimientos, con su lenguaje son capaces de recrear el
mundo y realizan obras y socie-

6

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trtÁr.u'ot

dades que pareciera qne no se
rigen por el curso natural de las
cosas. Pensamos que los hombres son libres y {1ue sus obras
son el resultado de una naturaleza distinta a la de los eventos

flsicos. Y como seres humanosquisiéramos todo el tiempo que
fuérarnos mejores. Deseamos
cosas y esperamos realizarlas y
no nos quedamos del todo satisfechos con lo que hacemos.
Anhelamos progresar y ser
mejores y felices. Todo esto
hace que haya algo en la naturaleza humana que es diflcil de
explicar.

D,umrr*eue,,segunda Guern Mundial..rDe los actos incomprensiblis de
los hombres, quizás el más desa*roso sea la guefiay laautodestruición.

Si nos poüemos a per¡sar
detenidamente en nuestra condición de seres vivos, nos podemos sofprender arln más. ¿?ur
qué somos capaces de pensar y
de sgr conscientes? ¿Por qué
nos sentimos distintos de los
otros seres vivos y de las cosas?
¿Cuál es nuestro origen? ¿Cuál
es la razón de nuestra existencia? Est¿s preguntas que surgen con naturálidad hacen arln
mucho másdilícil el problema

de comprender lo humano,
pues a primera vista no vemos

claro cómo es que podemos
responder a ellas. La razón es
gue la mayoría de esas preguntas no intentan saber qué es Io
que es el hombre como ser
natural, sino que intentan averiguar cómo debe ser el hombre, qué es lo que debemos
hacer con nuestras vidas y
cómo y por qué debemos ca*biar. Se trata, en okas palabras,
depreguntas éticas, y el cono
cimiento de lo humano serla
una de las maneras más idóneas para acercarse a su respue$ta.

El problema del conocimiento de lo humano es pues de
capital importancia desde el
punto de vista ético. Los pensadores griegos de la antigtie-

dad consideraron con razén
que este problema filosófico es

el fundamental. Una famosa
inscripción en
señala a loshom6nil@;I-imferErmo_éI

d,+eg*g"o9lt"l!9, gclrÉ
$apareces€r
la clave para vivir filosóficamente y lograr la felicidad.
Pero la brlsqueda de este
conosimiento de lo humano se
choca con varias dificultades,
entre las cuales la mas importante es que para que haya
conocimient g p- arecg_requqg
tnctispensable que exista_r¡¡r
sujeto quq¡onoce y un ohieto
flgnocido. Tradicionalmente se
ña[ensadoque el conocimien-

to se debe adecuar a los objetos
y que es eso lo que lo hace objeüvo. Lo perteneciente al reino
de lo subjeüvo, a primera vista,
es lo que nos puede distanciar
de la verdad, al ser un ámbito
de lorelativo y variable. y para
que haya objetividad parece
necesario que exista un distan.
ciamiento entre lo subjetivo y
lo objetivo, de tal nmnera qr.r"á
*,i*"to decqggrnientl l¡gda

cl[ryP-ras corys tal y ce_mo
$on y no simplemg4qsgs_g_
_gpexgsena_

Sin embargo, en el
conocimiento de

objetividad y hace diffcil, si no
imposible, el acercamiento ala
verdad sobre lo que somos.
Siempre estaríamos, según

esto, obsen¡ándonos bajo nues*
tros propios velos y prejucios y

la verdad de nuestra esencia
estarfalejos de nuesho alcance.

Y en la medida...