ensayos
EL CHICO DE JUPITER
Ernesto era un hombre serio que llevaba trajes oscuros, zapatos negros y corbatas azules. Era un vendedor a domicilio dela Compañía de Cacerolas Júpiter. Recorría las calles con su maleta de cuero marrón llena de cacerolas de todos los tamaños y llamaba a todas las puertas en que creía que podría vender alguna. Pordesgracia, eran muy pocas las que les compraban, y muy poco el dinero que ganaba.
Un día Ernesto le pidió a su sobrino Pedrito que recorriera las calles con él para que le hiciera compañía. APedrito le encantó la idea. No había visto actuar a un vendedor a domicilio y sentía curiosidad por ver trabajar a su tío. Ernesto y Pedrito llamaron a una casa- Una mujer abrió la puerta.
-Buenos días,señora -dijo Ernesto-. ¿Quisiera comprar usted alguna cacerola? Se trata de unas cacerolas muy buenas.
-No, gracias -dijo la mujer- Hoy no - y cerró la puerta.
Y lo mismo sucedió en la próximacasa. Pedrito observó enseguida que su tío no era tan buen vendedor como parecía.
-¿Y si probaras a hablar con mayor rapidez? - sugirió Pedrito.
Así lo intentó Ernesto en la próxima casa. Tanpronto como la puerta se abrió y apareció la cara de un hombre, comenzó:
-Buenos días, señor. ¿Quisiera comprar usted alguna cacerola? Son buenas, están garantizadas, y muy bien hechas, y...
Elhombre puso mala cara y su respuesta fue un portazo en la cara de Ernesto.
-Déjame probar a mí -dijo Pedrito-. Tengo una idea.. Ernesto no había vendido nada en toda la mañana, por lo que accedió aque su sobrino lo intentase a su manera.
Pedrito se quitó la chaqueta y volvió a ponérsela al revés, con el forro hacia fuera. Se pasó las manos por los cabellos hasta que le quedaroncompletamente despeinados y tiesos. Se puso el zapato izquierdo en el pie derecho y el zapato derecho en et pie izquierdo. Se remangó una pernera del pantalón y, con el rotulador rojo de Ernesto, se dibujó...
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