Entre copas y boleros- Luz Araujo

La vi, por primera vez ahí, en aquel lugar con Agustín al piano y me olvidé de su música cuando la vi. Justo en la mesa contigua, con ese vestido negro que enmarcaba su figura y sus tobillos, queeran todo deseo. Me parecía un sueño. ¡Hermosa y descarada!

Ella no miraba de reojo como las demás, que solo trataban de averiguar si había un anillo en mi mano. Me clavó sus ojos que gritaban:“No seas cobarde y acércate”. Sacó un cigarrillo como el mejor pretexto y me apresuré a ofrecerle fuego antes que cualquier otro, antes que se percataran de su belleza acercándose y quisieran robarme suatención. Encendí su cigarrillo y ella le dedicó la primera bocanada de humo al escenario, mientras Agustín cantaba “palabras de mujer” con su letra original, esa que después la primera dama haríacambiar.

Por fin pude ver sus ojos de cerca cuando me invitó a sentarme en la mesa. Enseguida apareció un mesero al que no le dio tiempo de decir nada cuando ella ordenó un par de tequilas, dejandoclaro su carácter, el cual no tenía ninguna intención de sacarle. Pregunté que hacía una mujer tan bella sola, y al parecer golpeé en una parte sensible, pues se dibujó en su rostro una sonrisamelancólica y se limitó a beber el caballito de tequila de un solo trago, luego suspiró y contestó que tenía el corazón roto y únicamente el tequila y la música de Lara le daban un poco se sosiegoa su dolor. Revirtió el golpe y preguntó qué hacía un soltero en medio de tal jauría de solteronas. Reí divertido y levanté los hombros. Así pasamos una velada, entre copas y boleros, que amomentos, traían a la mente el dolor de su corazón roto, que yo deseaba curar.

Fue cuando comenzaban las primeras tonadas del piano, en la segunda parte de la actuación de Agustín, cuando ella pidió lacuenta. La pagué y me ofrecí llevarle a casa, mientras ya sonaba “noches de ronda”, la canción más reciente de Agustín. Por prestar mucha atención a escucharla no me di cuenta del ansia que ella...