Epístola de tadeo

Páginas: 20 (4825 palabras) Publicado: 30 de marzo de 2010
EPÍSTOLA DE TADEO

La primera ley que me indica la naturaleza
es deleitarme a costa de quien sea.
Marqués de Sade

Salutación
Amados hermanos, hijos de la maldad, por la gran urgencia que tengo de escribirles acerca de nuestra común perdición, he aquí que vengo a confiarles todo cuanto me ocurrió durante la travesía por las insondables madrigueras de la caverna azul, abriendo para misojos una realidad tan cruda y desbordante, tan llena de pústulas y aberraciones, que hasta hoy vibra en mi cabeza el fuego indeleble de la visión tortuosa de la que fui testigo, y del posterior deleite —indescriptible para mí— que me aconteció en dicha perversidad, cuando hube de sacrificar mi vasta catadura afable por un candente holocausto libertino, sobre la piedra destinada a los corderos —quequitan la virtud del mundo—, en donde fui por fin bautizado con la sangre tibia de mi primer boccato di cardinale, nínfula olorosa aún a leche rancia y a dulce de higos, que se derramó sobre mi pecho cálido y palpitante, pletórico de emoción, al verse colmado con el regocijo de las campanadas que vibraron quedamente en mis oídos, ya no más clausurados a los jadeos placenteros ni al hedonismocorporal del que tanto me alentara mi primo Jesús (llamado El Salvador, líder y mentor en estas citas copulares) y mi tía María, esposa del celestino José, ducha en materia de orgasmos y otros resuellos.
Pero no crean, hermanos míos, que fue fácil romper las ataduras que me ceñían al consabido «no hagas esto»; noches de turbación, días de inquietud fueron acabando lentamente con mi sutileza de ver lascosas de dos tonalidades: blanco y negro, sin grises ni difuminados ni medias tintas, y al cabo de martirizarme, autoflagelarme por anticipado y hundirme en el pozo de la culpa (invención caduca de una raza ciega que continúa en el pasado), decidí ingresar, como ustedes, al avernus desopilante de la orgía perpetua, al limbo estridente de lo prohibido, atravesando el umbral de la caverna azul paraescuchar las trompetas de Luzbel o las campanadas de bienvenida, como las oí en mi clímax desbocado, y pertenecer a la cofradía de Los Doce, a la que ustedes también pertenecen y desde la cual atienden esta mi voz reveladora y me aceptan como suyo, luego de haber pasado la prueba de iniciación, apostados sobre los sofás o piedras de sacrificio que hacía poco danzaban con el retozar de dos cuerpos,uno para el goce y el otro listo para la muerte.

Testimonio
Como se funde la plata en medio del horno, así fundido estará mi cuerpo con esta verdad testimoniada, con esta religión penumbrosa de la que apenas soy un apóstol, un advenedizo que intenta comprender los exaltados vericuetos de la piel, la iluminación de la maldad, el rito sangriento de la presa atrapada y gimiente, a la quehallé en los túneles escondidos de la caverna azul, una muchacha venida vaya a saber de dónde, traída de contrabando de algún litoral cálido y verdoso, sin parientes cercanos ni lejanos, huérfana y sola en este mundo cada vez más animal, con apenas una hoja de parra entre las piernas, igual que Eva después de la expulsión del Paraíso, frágil y desamparada en su indigente postura, sierva delproxeneta que la capturó en sus viajes de cacería, quizá con lanza, quizá con la ponzoña de la ilusión amaestrada, ofreciéndole —como todo patán sin escrúpulos— el oro y el moro, las joyas de Babilonia, el mar Índico, a cambio de una lealtad fuera de toda sospecha, a cambio de una esclavitud hecha realidad, cual baldazo de agua fría, cuando la chica se vio de pronto entre las cuatro paredes de una celdasin barrotes, pero cuyos celadores eran más crueles que los verdugos franceses con el manejo de la guillotina, sabiéndose de golpe víctima del engaño, un número más de las estadísticas que engrosan los archivos empolvados, raptada y retenida en contra de su voluntad, silenciada a bofetones, dentro de la caverna azul, que era el lugar predilecto de aquellos que deseaban experimentar emociones...
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