era un dia especial

Sueño de Navidad

Era un día especial para cualquier niño, era el día de Navidad, y todos los pequeños se disponían a saltar de la cama para abrir sus regalos y poder estar toda la mañana disfrutando de ellos. Hubo más sonrisas que en todo el año y las casas se llenaron de alegría y gozo. En esta época el espíritu navideño aflora como la vida en primavera en cualquier monte, en el cual, laflores sacan su belleza a la vista junto al sol que brilla con más fuerza que nunca, alumbrando con sus rayos todo, para que no se pierda ni un ápice de ese fascinante paisaje.

En un pequeño pueblo, un chico de once años que le tocó madurar más rápido que a los niños de su quinta por culpa de la desgracia que ahogaba a su vida, pasaba desde hace un par de años esta época solo y haciendo como si noexistiera. Todo esto comenzó cuando solamente tenía 9 años, la pérdida de su padre en un accidente de tráfico y la caída de su madre en una enfermedad que le hizo quedar inválida y que la dejaba adormecida gran parte del día, ocasionó que Alberto tuviera que dejar los estudios y ocuparse de su madre a todas horas ya que no tenía más familia y los ingresos que su madre recibía no eran suficientespara contratar a una joven que le ayudara.

El cuarto comenzó a retumbar con el sonido angustioso de aquel despertador viejo traído del infierno que hizo que Alberto se levantara de inmediato y que con un suave golpe lo apagara. Era un día normal para el pequeño Alberto, como siempre, primero iba a la cocina a prepararle el desayuno a su madre y se lo llevaba al cuarto, un buenos días y un besoera toda la motivación que hacía que el chico siguiese adelante. Una vez terminado el desayuno se dirigía fuera de la habitación y con un leve movimiento de brazo cerraba la puerta, tocaba limpiar toda la casa y aunque no le gustaba nada, él lo hacía con esmero. Poco más tarde, cuando el chico ya había cumplido con las faenas domésticas, acudía a casa de su vecina Juana que siempre tenía dosplatos de arroz con guisantes preparados para el joven y su madre. Aunque la mujer no era nada cariñosa a Alberto lo quería mucho y siempre les preparaba la comida, el chico siempre le decía que era muy buena y ella le contestaba que con lo que estaba haciendo el chaval iría al cielo de cabeza. Después de recoger la comida se dirigía a la granja del señor Gabriel, que era un hombre que se habíadedicado toda su vida a los animales y a la agricultura, y aunque ya tenía la edad de jubilarse, amaba tanto su trabajo que seguía ejerciéndolo y al enterarse de la precaria situación de Alberto no había dudado en enseñarle el oficio y ofrecerle un pequeño trabajo por unas pocas pesetas a cambio. A Alberto estar con los animales le volvía loco y las horas se le pasaban volando. A la hora de comer volvíacorriendo a casa ya que su madre le esperaba hambrienta y no podía comer ella sola por culpa de su minusvalía. Cuando ella terminaba de comer, Alberto la dejaba descansar y comía el solo en la cocina, al lado de una ventana, observando a la gente que pasaba por la calle e imaginándose sus vidas.


Después de descansar durante quince minutos volvía con las tareas de la casa y pasaba un rato consu madre. Estos momento eran lo que más le gustaban y en los que Alberto le contaba cosas que le ocurrían en la granja o le leía novelas de amor que siempre acababan en final feliz. Al poco tiempo su madre caía en un gran sueño del cual no despertaba hasta la hora de la cena.

Cuando el gran reloj de cuco que tenían en el salón ya marcaba las cinco en punto el chico acudía a la iglesia de supueblo. Allí ayudaba al cura Juan Manuel con el mantenimiento de esta. Alberto siempre se quedaba boquiabierto mirando las fantásticas obras de arte que en este lugar se alojaban y que contaban historias de personas que vivieron hace miles de años. Al ser este el día de Navidad el chico tuvo que preparar la iglesia con adornos navideños y repartir por las calles los folletos de la misa de...