escuela nueva

LA ESCUELA DEL LIBERALISMO Y DE LA DEMOCRACIA
La Escuela Nueva y la Enseñanza Individualizada
Escuela Nueva es sinónimo más de «movimiento» o aspiración que camina tras un
ideal común, que de «escuela» con canon dogmático, adictos ideólogos y, por tanto, también
heterodoxos. El camino ha sido largo. Se puede rastrear en la historia —aun en la más
lejana— los justos deseos de reforma escolarasociados a las mentes capaces de plasmar
alternativas a la costumbre y a la inercia pedagógicas heredadas y nunca cuestionadas. Pero la
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referencia de la Escuela Nueva no hay que buscarla más allá de la Ilustración, pues nace con
ella, de ella se alimenta, de sus ideas vive y su racionalidad propala.
Es la escuela de la libertad individual. La EN necesita de la libertad, vive de ella, ysintetiza el ideal de la libertad ilustrada, librepensadora y liberal. No puede concebirse un
planteamiento como el que este amplio movimiento educativo clava en la plaza pública de las
cuestiones pedagógicas y en las conciencias de los hombres sin la transformación del Estado
en Estado liberal, el desarrollo del sistema económico de mercado y la ordenación social sobre
el principiomeritocrático. Imposible es concebirla en el seno del Viejo Régimen de privilegios
y exclusiones nobiliarias.
El auge del paradigma científico —impulsado por el primer positivismo
decimonónico—, la revolución industrial y técnica, la construcción del Estado liberal de
derecho y la reforma social no podían realizarse con los viejos modelos de la Escuela
Tradicional de origen medieval, fundada en latransmisión fiel del conocimiento (anquilosado
precisamente en y por la fidelidad), en el rigorismo de las formas y en la sospecha sobre las
conciencias en formación. ¡Una nueva escuela para un nuevo proyecto histórico!, esta parece
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ser la intención, cuando no el lema implícito, de este movimiento llamado EN.
En frente del proyecto estaba la Escuela Tradicional, la inercia educativa de lahistoria,
la rutina de los pupitres y del horario, el modelo del profesor-pozo-de-sabiduría y del alumno
nesciente-silencioso, la transmisión oral que cultiva la quietud y la obediencia pasivas, el
espacio cerrado de la escuela que vive al margen del mundo exterior y la esquizofrenia sentida
por los alumnos de dos mundos antagónicos: el escolar y el real, con lógica y asuntos
diferentes. Estas sonlas críticas —resumidas al máximo— que la EN hizo de su antagonista.
Frente a ese antagonista plantea un proyecto de renovación que pivota sobre la libertad, la
confianza mutua, la apertura del recinto escolar al mundo, la iniciativa personal, la creatividad
y la responsabilidad de los alumnos, y la alegría como sentimiento consubstancial a la aventura
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del conocimiento: gozar aprendiendo,explorando y descubriendo.
La importancia que la EN dio al alumno y la confianza en él depositada propiciaron
posteriormente (años finales del siglo XIX y primeras décadas del XX) que apareciera y se
elaborara el concepto de enseñanza individualizada, a la par que se ponían en marcha las
primeras experiencias prácticas. En tal sentido esta enseñanza también es hija del amplio
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En adelante ENEl principio de ese camino —se refiere Jesús Palacios al de la EN— quizá remite, retrocediendo en el tiempo,
a una serie de transformaciones sociales, económicas y democráticas como son el auge del industrialismo, la
transformación de las estructuras rurales, la conversión de la familia patriarcal en nuclear, etc. Como remite
también a una serie de transformaciones políticas, caracterizadaspor la aspiración democrática, por la lucha por
alcanzar los ideales de libertad, por el deseo de remodelación del mundo; transformaciones, en el otro extremo,
caracterizadas por el progresivo auge del capitalismo… (Véase J. PALACIOS, La cuestión escolar, Laia,
Barcelona 1978)
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No han sobrado autores que critican esta demonización del adversario, argumentando que muchos son los
hombres...