Estética y Globalización
ESTÉTICA Y GLOBALIZACIÓN CARLOS FAJARDO FAJARDO* carfajardo@hotmail.com CONFERENCIA
Otros frentes, otros territorios
Comenzaré formulando unas cuantos interrogantes. Bajo las actuales condiciones globales y mundializadas, ¿Quéaspectos de fondo han sido sacudidos y mutados en el arte y la cultura por los gigantescos pasos de una globalización sin precedentes históricos? ¿Cuáles son los impactos de la mundialización de imaginarios culturales en las artes nacionales, locales y regionales? ¿Qué nuevas fisionomías va adquiriendo la teoría estética cuando
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algunas de sus categorías y estructuras son alteradas por las nuevasondas de este espaciotiempo contingente y caótico? Son arduas y necesarias averiguaciones. Los anteriores interrogantes están unidos al cambio que las industrias culturales operan en los campos de las representaciones estéticas. Esto lleva a que cambiemos el sentido de nuestras preguntas, pues el resquebrajamiento de los fundamentos histórico-metafísicos modernos han mutado las indagaciones,ubicándonos en nuevos y sorprendentes territorios. De esta manera debemos indagar el panorama del arte de finales del siglo XX y principios del XXI como un prisma que se deconstruye constantemente, provocando otras miradas y ajuste de nuevos instrumentos para su observación e interpretación. Imposible entrar a éste con los viejos esquemas de la modernidad triunfante; imposible abordarlo con las teoríasestéticas tradicionales del siglo XX. Aquí hay algo que requiere un estudio más agudo y de mayor correspondencia con su desenvolvimiento; un análisis que esté acorde con las múltiples fragmentaciones que en la concepción orgánica del arte se ha operado y con la exploración de nuevas sensibilidades manifiestas en la estética de última hora. Otros frentes, otros territorios. La evaporación delsentido histórico; la desublimación de la memoria creadora, llevan a pensar en un arte hecho para una sociedad civil global virtual, es decir, para ciudadanos consumidores virtuales, cuya memoria sólo sirve para el olvido, el instante. El artista-héroe, que dejaba su rastro sobre la tierra, se muta por uno que no desea heredar las pesadas cargas del tiempo y que brinca sobre su tradición con felicidaderrante, sin angustia alguna. Todas las grandes rocas históricas quedan convertidas en un archivo museístico; se contemplan como objetos exóticos, o se reutilizan para provocar una espectacularidad efímera. Pierden su fuerza provocadora, sus peligros. El artista virtualizado ya no necesita proclamas ni manifiestos para legitimar la acción. Su intención no está en aclarar qué es o no arte. Se ha...
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