Esther diaz
La filósofa argentina Esther Díaz explica el espíritu de los tiempos que corren en su libro Posmodernidad. Se trata de una suerte de zeitgeist que revisa los conceptos modernos de política, religión, arte, ciencia, tecnología y relaciones humanas a la luz de las teorías posmodernas.
Díaz se vale de lasideas de Friedrich Nietzsche, Michel Foucault, Giles Deleuze y Francis Fukuyama para explicar las dinámicas actuales de las relaciones de poder, pero con especial énfasis en lo cotidiano. La filósofa analiza el Estado, los sistemas educativos y culturales, la ética, la sexualidad y los medios de comunicación, pero no ignora la moda o el mercadeo.
El interés de Díaz por los fenómenos del día a díase basa en una hipótesis que rige toda su obra: "los sujetos nos vamos constituyendo a partir de las prácticas sociales y de los discursos de nuestro tiempo histórico". Cómo filósofa no puede ignorar la televisión, ni la mensajería de texto ni el incremento de las cirugías estéticas.
Paralelamente, su historia personal la lleva a producir una filosofía "digerible". Cuenta que se doctoró a los 50años, tras haber trabajado como peluquera y vendedora de tizas, porque sus padres temían que se "echara a perder" en la universidad. "En ese sentido, soy una maestrica y quiero que mi libro sea claro, que se entienda".
La autora, quien comenzó a estudiar la modernidad y la posmodernidad en los tempranos noventa, plantea sus teorías en un estilo ensayístico –basado en artículos y conferencias–que no puede calificarse de "ligero" a pesar de que se lee –y se comprende– con facilidad.
Díaz estuvo de visita en Caracas, donde presentó su libro la semana pasada con la editorial Alfa. Arrellanada en la butaca de un hotel capitalino, se dispuso a conversar de cuánto hay de moderno y de posmoderno en la sociedades latinoamericanas.
–¿Cómo termina una peluquera embebida en Foucault?
–Elegía Foucault para mi tesis de doctorado porque es un autor que se ha dedicado a pensar y a denunciar los sistemas de exclusión. Él defiende las diferencias y estudia cómo el poder se inmiscuye en cosas que no tienen nada que ver con sus instancias. Un ejemplo de ello es la verdad: algo se impone como verdad únicamente si tiene un mecanismo de poder que lo sostenga. Ese tema me pareció apasionante.Me formé con ese autor y a través de él volví a Nietzsche. Pero en un momento de mi vida sentí estaba tan saturada de teoría europea que tenía que "bajarla" a América. Quiero aplicar los conceptos en el estudio de Argentina; también me estoy interesando más por los temas latinoamericanos que cuando era estudiante.
–¿Qué aporta la filosofía al ciudadano común, que tiene muchos problemas pero...
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