Estudio Del Noviazgo

Invitar a los jóvenes lectores a que realicen una reflexión serena, centrada y oportuna sobre el valor del noviazgo, a fin de que sigan creciendo en el amor y humanamente.

Aquel domingo 3 de agosto de 2003, Elizabeth se sentía confundida. Aunque su novio le había propuesto Matrimonio, tras cinco años de noviazgo, ella guardaba en su corazón gran cantidad de dudas: «No sabía si meemocionaba el hecho de que iba a casarme con él, o era tan sólo el cumplimiento de un sueño», decía ella, al tiempo que clavaba sus pupilas, café oscuro, en el «libro» de su recuerdo.
«Yo decía: ‘Si de novia, vivo abandonada; ¿cómo será mi vida de esposa?’», precisó, al explicar que su entonces novio se dedicaba sólo a trabajar, que vivía preocupado por conseguir más y más cosas materiales, poralcanzar una buena posición económica, descuidando su salud, su vida personal y su relación de pareja: «Trataba de comprenderlo, de ayudarlo, pero no podíamos disfrutar nada. Sólo le pedía momentos para compartir, para alimentar nuestra relación de pareja. Sin embargo, en algunas ocasiones me dejó plantada, o si él me visitaba, lucía cansado, y los pendientes del trabajo no se apartaban de supensamiento. Trataba de darle mi cien por ciento, pero de él sólo recibía el uno por ciento. Ahí aprendí que cada quien debe poner una parte equitativa para que la relación de pareja pueda funcionar», abundó.
Lo que se siembra, se cosecha
Tal vez, si Elizabeth hubiera accedido a casarse con su novio, lo tendría todo materialmente; otra persona, en su lugar, no lo hubiera pensado dos veces: «Perono quería vivir en una jaula de cristal, y sola; deseaba hacer equipo con él, quería que creciéramos juntos como personas. Entonces, me di cuenta que lo material, aunque es importante, no lo es más que el lado humano.
Gracias a nuestros padres tenemos profesión, y todo lo que nos propongamos, se puede alcanzar con trabajo, pero sin descuidar nuestra persona, a la pareja, y en un futuro, lapropia familia; porque lo que se siembra durante el noviazgo, se cosecha en el Matrimonio, pues lo primero constituye un tiempo de preparación y formación para lo segundo».
Esta situación, era sólo una de las mil cosas que hacían dudar a Elizabeth para contraer Matrimonio: «Pienso que para dar un paso tan importante, no debes tener ninguna duda, porque se trata de la persona que uno ama».Un Semanario entre sus manos
Aquel 3 de agosto de 2003, Semanario publicó un reportaje, titulado: «Noviazgo entre tres», que llamó la atención de Elizabeth al ser comentado por el párroco de su comunidad al término de la Misa dominical: «Ese domingo, yo me preguntaba: ‘¿Habrá alguien mejor que él –su novio–, con el cual pueda compartirlo todo: Lo que soy y tengo, los sueños, sin limitaciones;con quien pueda dialogar, compartir y juntos nos sintamos plenos, realizados, impulsados, protegidos, amados y felices?’».
Adquirió el ejemplar de Semanario y tras leer los testimonios de dos parejas de novios que en aquella edición este medio publicó, Elizabeth reflexionó: «No puedo ser tan cobarde y casarme sólo por realizar el sueño de verme vestida de blanco. Deseo un noviazgo donde laprincipal riqueza sea Dios, porque Él es la fuente del amor; que a mi novio, al igual que a mí, nos enseñe a amarnos como cada uno lo necesita. Para mí, el Matrimonio es algo muy grande y debe estar bien cimentado, desde el noviazgo, en valores, en lo humano, espiritual, psicológico, y no sólo lo material».
Aunque el rompimiento fue una etapa muy difícil para Elizabeth, sabe que no fue unfracaso, sino un gran aprendizaje «donde se fue lo bueno, porque venía lo mejor», agregó al tiempo que apretó cariñosa la mano de Ricardo, su actual novio, y a quien volteó a ver con una sonrisa que parecía estar dibujada con estrellas.
«Creo que no existen los fracasos –agregó Eli–, sólo consecuencias de nuestros actos, y los únicos responsables de lo que nos pasa, somos nosotros mismos; todo...