etica
De modo que le permite a cada quien vivir (y morir) según sus convicciones. Los pacientes y los médicos que entiendan que la muertedigna es la que llega después de hacer hasta el último esfuerzo para alargar la vida, pueden optar por hacerlo. Pero quienes prefieran evitar semanas o meses de sufrimiento extremo por considerar quela muerte en esas circunstancias es más digna que la agonía, podrían acortar la dolorosa espera.
Por eso el debate sobre la eutanasia es distinto al del aborto. Esta es la segunda razón por la quees probable que el proyecto sobre muerte digna tenga un apoyo mayoritario, a pesar de la confusión entre aborto y eutanasia que han creado tanto los críticos como algunos defensores del proyecto. No escierto que, como dicen los primeros, la ley vaya a obligar a los médicos a convertirse en “verdugos”. Al contrario, le permite seguir los dictados de su conciencia, que es justamente lo que lasjerarquías católicas y cristianas piden en el caso del aborto.
Además, a diferencia del aborto, en la eutanasia no hay ninguna disputa sobre la existencia de otro ser que estaría en peligro: la única vidaque está en juego es la de un paciente adulto que expresa libremente su voluntad. Por eso mismo, tampoco es cierto que, como lo dice el ponente del proyecto (el senador Armando Benedetti), laeutanasia sea un asunto de derechos de minorías. Este tema no debería enfrentar la oposición masiva del aborto; por el contrario, es probable que las mayorías ciudadanas y políticas estén con el proyecto, sitienen a la mano la información completa y objetiva sobre la ley, y no las versiones distorsionadas que circulan algunos de sus detractores.
Concluí que el aborto no se puede definir ni como bueno...
Regístrate para leer el documento completo.