Etruscos

PROCESOS HISTORICO MUNDIALES II

DE LA ANTIGÜEDAD AL FEUDALISMO

La pregunta que plantearemos es cómo a partir de distintos elementos provenientes de la antigüedad se conforma una nueva sociedad -que alcanza su punto de madurez en el siglo XI- que llamamos sociedad feudal. Según José Luis Romero [José Luis Romero: La Cultura Occidental, Buenos Aires, Legasa, 1984 (Cap. I: "Introducción" yCap. II: "Los legados", pp. 7-25)], es posible distinguir tres "legados" que ejercieron una profunda influencia en la formación de la cultura occidental: El legado romano, el legado germano y el cristianismo. Fueron legados de distinta naturaleza: tanto el legado romano como el germánico constituían sólidas realidades -estructuras económicas y sociales- además de visiones del mundo; el cristianismo,cambio, consistía en una visión acerca de los problemas de la trascendencia que condicionaba los modos de vida. Este último legado se encarnaba en gentes diversas pertenecientes a los otros legados materiales y culturales, acomodándose a las distintas realidades; sin embargo, su importancia radicó en que pronto se transformó en un importante elemento de fusión.
a) El legado romano procedía de eseenorme imperio que, a partir del siglo III a C., se constituyó en torno al mar Mediterráneo con centro en la ciudad de Roma. Era indudablemente un mundo heterogéneo cuya unidad estaba dada por un extenso sistema de vías que unían a distintas ciudades que, en mayor o menor medida, copiaban el modelo que proporcionaba Roma, con sus foros, sus termas, su plaza, su anfiteatro, su circo. En síntesis,el mundo urbano era el principal elemento que tenía en común el imperio romano.

Ese mundo urbano estaba habitado por los ciudadanos, término que tenía una doble acepción. Los ciudadanos eran quienes vivían en las ciudades pero también quienes pertenecían a la misma sociedad política rigiéndose por el mismo derecho. Además de compartir un derecho y una lengua -el latín-, los ciudadanoscompartían un estilo de vida civilizado, es decir, propio de las ciudades (ciudad en latín, civis). Esto implicaba organizaciones familiares semejantes, creencias comunes y un mismo tipo de sociabilidad que se desarrollaba en esos espacios que marcaban las comodidades que ofrecía ciudad: teatros y anfiteatros, gimnasios, plazas de mercado, columnatas, arcos de triunfo, templos.

Los ciudadanos compartíantambién una misma visión del mundo. Como señala José Luis Romero, esta visión del mundo estaba impregnada de un fuerte realismo: lo importante era el aquí y el ahora, las ideas del trasmundo eran por el contrario vagas y difusas. Esta cosmovisión erigía en valores absolutos la idea del bien común, de la colectividad y del Estado. La misma religión pública llevaba al mismo fin al asignarle unaradical trascendencia a los deberes del individuo frente a sus semejantes. Dentro de esta visión del mundo, el ideal de vida era el del ciudadano que sirve al Estado y a la comunidad.

Los últimos tiempos de la República y los primeros del Imperio (siglo II a.C. al II d.C.) constituyeron el período de florecimiento de ese ideal de vida. Posteriormente -como ya analizaremos-, el resquebrajamiento delorden político, en el que la vida pública dejaba de ser la expresión de los intereses de la comunidad, y un Estado autocrático que destruía la noción de la dignidad del ciudadano transformándolo en un súbdito, hicieron que esta cosmovisión y esos ideales decayeran. Fue entonces cuando el realismo adoptó otra forma, el hedonismo. El individuo se realizaba a través del goce, a través del disfrutede la vida: lo importante era el placer sensorial. Ambos ideales parecen contradictorios, sin embargo compartían el mismo realismo: lo importante era el aquí y el ahora, minimizando la idea de trasmundo.

Esos ciudadanos que compartían el mismo derecho, los mismos modos de vida, la misma concepción del mundo constituían dentro del Imperio romano una absoluta minoría. Por debajo de esa delgada...