Experiencia Del Espíritu Santo

4.1 La experiencia del Espíritu Santo

¿Podemos los seres humanos experimentar el Espíritu de Dios? Esta es evidentemente una cuestión fundamental para la teología. No creo que la respuesta a esta pregunta sea del todo obvia. Por una parte, hay cristianos que dan testimonio de experiencias del Espíritu extáticas, carismáticas o místicas. Por la otra, los pensadores críticos señalan laslimitaciones lingüísticas y conceptuales de la experiencia humana. Correctamente insisten en que Dios, por definición, trasciende radicalmente nuestras mentes. Dios nunca puede ser aprehendido como un objeto de nuestra experiencia, entre otros. Esos críticos apuntan a los condicionantes culturales y a los peligros de la interpretación errónea, de la autodecepción, y de los espejismos en lasmanifestaciones acerca de la experiencia religiosa.

Lo que está claro es que los factores culturales y psicológicos juegan necesariamente un papel significativo en la interpretación de la experiencia. Esto sugiere, por lo menos, un enfoque cauto a las manifestaciones sobre la experiencia del Espíritu de Dios. Lo que reivindica como procedente del Espíritu siempre será, al menos en parte, producto de laimaginación humana. Será interpretado con la ayuda de un lenguaje y unos conceptos prexistentes. Los prejuicios culturales y personales siempre jugarán un papel. La experiencia siempre se expresará únicamente con las limitadas imágenes y palabras de que se disponga. Siempre es posible que una persona que afirme experimentar el Espíritu Santo pueda estar engañada. Decir todo esto no significa negar laposibilidad de la experiencia religiosa, sino argumentar que esta experiencia siempre está filtrada a través de la personalidad de su receptor. Solamente puede hallar expresión a través de la imaginación humana y por medio de palabras y símbolos humanos. Éstos siempre son limitados y algunas veces conducen al error. Pueden ser patológicos. Esto significa que se requiere una postura crítica, sobretodo cuando una persona afirma tener un mensaje de Dios y espera que los otros lo acepten o lo sigan. Aunque es esencial una postura crítica y cauta de suyo no se excluye una afirmación teológica de que podemos experimentar y experimentamos el Espíritu de Dios.

Karl Rahner ha articulado esta afirmación. Además insiste en que la experiencia del Espíritu tiene lugar de una manera básica en laexperiencia humana ordinaria del mundo. Esta experiencia no está reservada a las élites religiosas. Es algo que existe entre los seres humanos de todos los tiempos y lugares. Es una experiencia del Espíritu en el corazón de la vida diaria. Rahner insiste en que, cuando hablamos de la experiencia del Espíritu, tal experiencia no es del mismo nivel que la experiencia de objetos creados, como unapuerta, un libro o un árbol. Es una experiencia de trascendencia mucho más global, de apertura al infinito, una experiencia que tiene lugar como el contexto y trasfondo de nuestras experiencia diarias más particulares.

Rahner indica de qué modo esta experiencia de trascendencia, de “ir más allá” de lo ordinario o lo de cada día, ocurre precisamente en el conocimiento ordinario de cada día. Los sereshumanos plantean preguntas. Cada respuesta específica abre preguntas ulteriores. Hay una búsqueda inquieta e incesante por parte de nuestras mentes, que no pueden contentarse con un resultado específico. Nuestras preguntas no tienen fin. Se abren hacia un infinito sin término. Cuando nuestras mentes se mueven para aprehender un objeto individual de conocimiento, por ejemplo una flor, solamentellegamos a conocerla dentro de un contexto más amplio. Lo que es conocido y nombrado como un objeto individual, es conocido en contraste con un trasfondo de otros objetos posibles. Este trasfondo es conocido usualmente solo de manera implícita y sin nombre. Envuelve la gama de conocimiento posible. No tiene límites y se extiende hacia el infinito. Podemos llevar este contexto hasta la conciencia...