Fernando picó

El autor comienza relatando como hemos heredado y adaptado las costumbres y ritos de nuestra cultura, en la que muchos siguen presente hoy en día. Luego este pasaa enfocarse en solo un ‘rito’, como este lo describe, que persiste en tiempos recientes pertinente a la seguridad en nuestro país, los que son: los ritos dereclusión y encerramiento. Comenzando con la mención de la actual costumbre de construir complejos y urbanizaciones con acceso controlado para mantener a losdelincuentes fuera de allí y dentro de las instituciones carcelarias. Llevando a nuestra sociedad al auto-encierro.
Se comienza el desarrollo del tema mencionando comoestos ritos de encerramiento vienen cargados a través de la historia de nuestra isla. El autor resalta aquí a la Ciudad Murada de San Juan. Donde esta comenzó aencerrar a los ciudadanos para apartar los ataques enemigos, aunque estas murallas se derriban por la influencia del cambio con la llegada de las fuerzasnorteamericanas. Aunque todos cargamos y atesoramos este encierro al considerar una garita como símbolo nacional; y vemos como hoy en día se le quiere prohibir la celebración defestividades a la juventud para mantener las calles de la ciudad Fortaleza para el uso exclusivo de los turistas para mantenerlos a ellos a dentro y a nosotrosafuera, en otro encierro. También, este nos menciona que no basta solo con estos encierros, y a través de nuestra cultura hemos creado los encierros de: las mujeresen las casas, los seminaristas en el seminario conciliar, a los estudiantes en las escuelas y siguiendo el mismo ejemplo con los reclusos, enfermos, ancianos, etc.