Filosofando

Hoy me siento y recuerdo aquel acontecimiento como si hubiese sido ayer. todo comenzó un 11 de julio, era por la mañana, el sol apenas se animaba a asomarse al crudo frio del alba, para entoncesestaba contento, quizás no esperaba ninguna sorpresa pues todo marchaba bien aquel dia.
Iba rumbo al trabajo, desayunando en el largo viaje en colectivo mientras observaba a sorbos de café elespectáculo de las calles, nada interesante, cosas como un hombre cambiando su neumático pinchado, una señora entrando a una panadería, gente pasando frio esperando un colectivo que los lleve hacia sudestino, y muy a menudo veía corridas y escuchaba gritos por algún robo. Nada fuera de lo común.
En el transcurso del viaje tenia tiempo para mandarle un mensaje a mi novia melisa, ella iluminaba mispesadillas mas oscuras, siempre nos hacíamos un tiempo para encontrarnos a la tarde, después del trabajo, y mirar como oscurece en un hermoso paisaje que da al horizonte sin algún estorbo decivilización, simplemente para hablar sobre como pasamos el dia de trabajo, comentándonos chismes de la vida laboral, etcétera. Pero lo importante de ese mensaje era informarle que yo estaba bien.
Ella mecontestó, con dulces palabras que suelen decirse los enamorados, pero esta vez con un sutil gusto amargo que en mi pecho se encajo cruelmente como duda exasperándome el alma, lo deje pasar.
Al bajarde ese colectivo me encontré con cientos de miradas que cruzaban junto a mi, algunas muy apuradas, otras no tanto, pero sé que todas en decadencia por temor a lletegar tarde a su labor.
La ciudadestaba diferente esa mañana, le faltaba algo, tal vez solo era mi imaginación, pero de todos modos no podía desencajar de mi cabeza a mi amada.
Seré insistente, pero… Algo dentro de mi me decía queno todo estaba tan bien.
Llegue a mi puesto matinal de trabajo, todo transcurría normal hasta llegar el mediodía, hasta que un compañero accidentado fue la excusa perfecta para que todos nos...