Filosofando
No tengo creenciasreligiosas ni creo en un alma o espíritu; mi espíritu es mi mente, encerrada dentro de mi cerebro, pero capaz de viajar a través del tiempo y el espacio, de flotar en el cielo, de andar bajo el mar, la tierray de ir más allá de las estrellas, hasta donde mi imaginación lo permita. Tener un Dios es demasiado fácil y creo que no debería ser así. La fe en algo que se desconoce debería estar basada enaquellos principios que esa fe enseña, y no en la opinión de quienes sólo buscan aliviar sus conciencias, temores e inseguridades; sólo siguen una vieja tradición o cumplen con un requisito social. Sinembargo, tengo un alto sentido de moralidad acorde con muchas de las enseñanzas que aparecen en la mayoría de los textos religiosos y doctrinales, no sólo la Biblia y el Corán, sino también en culturasindígenas, budismo, thaoismo y filosofía.
No busco un propósito en la vida, realmente, no creo que la vida tenga un propósito, o más bien, otro propósito más que el de estar aquí. Quizá no sea casualidadel que esté aquí, pero, no creo haber sido enviado a cumplir ninguna misión especial, o que deba lograr algo en la vida para ganar un lugar en el cielo. Creo que mi propósito es el mismo que el de lasemilla que nunca germina, que el de las estrellas que no pueden ser vistas, que el de la montaña que nadie vio ni escaló jamás y que ahora sólo es arena junto al mar; que el de los pensamientos...
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