filosofia

LA ANTROPOLOGÍA Y LA METAFÍSICA DE DESCARTES.
LAS CONSECUENCIAS DE LA PRIMERA CERTEZA.
En Selectividad: Una teoría antropológica de la Edad Moderna.
Una teoría metafísica de la Edad Moderna.

1. La antropología y la metafísica cartesianas son un producto del método.
Toda la filosofía cartesiana es un producto de la exigencia –típicamente racionalista- de que la razón debe establecer laverdad mediante un método. La visión que Descartes tiene del ser humano (antropología) y de la realidad en general (metafísica) es también, por tanto, un producto de la aplicación del método cartesiano. Descartes, obligado por su método a establecer un sistema de certezas, intenta descubrir una primera certeza que sirva de fundamento al edificio filosófico que él desea descubrir. Para establecer esaprimera certeza aplica la duda metódica, exigida a su vez por la regla de la evidencia (la primera regla del método cartesiano).
2. El primer nivel de duda.
La duda metódica le obliga, en primer lugar, a poner en duda la validez de la información sensorial. Tal y como afirma Descartes en su obra Discurso del Método,
«(…)puesto que los sentidos nos engañan a veces, quise suponer que no haycosa alguna que sea tal como ellos nos la hacen imaginar».
Este es el primer nivel de duda, también conocido como el nivel duda basado en las falacias de los sentidos.
3.1. El segundo nivel de duda. El argumento.
En el segundo nivel de duda, Descartes plantea un argumento que tiene enormes implicaciones antropológicas y metafísicas. El núcleo del argumento consiste en afirmar que no es posibledistinguir filosóficamente (con certeza) el sueño de la vigilia. El sueño y la vigilia son dos estados básicos de nuestras mentes que se alternan durante un ciclo de veinticuatro horas. Durante la vigilia (el estado de vigilia) –creemos- nuestra mente está alerta a las circunstancias que nos rodean y actuamos en función de éstas. Durante el sueño (el estado de sueño) –creemos- nuestra mente serelaja en su vigilancia del mundo externo y varias veces, a lo largo de una noche, se ve poblada por los «sueños», también denominados «imágenes oníricas». Descartes señala que los sueños son un producto de nuestra de mente, un conjunto de imágenes (escenarios, situaciones, personas, etc.) que nuestra mente produce espontáneamente y que, sin embargo, no reproducen un mundo físico real que exista conindependencia de la propia mente (denominado filosóficamente «el mundo físico extramental»). Yo puedo soñar que estoy en un desierto, pero el desierto en el que yo estoy no existe realmente, sólo es un producto de mi mente durante el sueño. Ahora bien, los sueños son vividos con un grado extraordinario de viveza, de realismo, como demuestran en grado extremo las pesadillas.
3.2. El segundo nivel deduda. Las consecuencias.
Este rasgo de los sueños –su viveza- lo emplea Descartes para afirmar que es posible suponer que todas las vivencias del estado de vigilia también pudieran ser una especie de sueño, es decir, un producto de la propia mente, de tal manera que es posible suponer que ese mundo en el que creemos estar viviendo ahora –esta mesa sobre la que me apoyo, ese bolígrafo que cojo,esa silla sobre la que me siento- no existe con independencia de nuestra mente, del mismo modo que existía el desierto de mis sueños. En palabras del propio Descartes,
«(…)considerando que los mismos pensamientos que tenemos estando despiertos pueden también ocurrírsenos cuando dormimos, sin que en tal caso sea ninguno verdadero, resolví fingir que todas las cosas que hasta entonces habían entradoen mi espíritu no eran más ciertas que las ilusiones de mis sueños».
Obsérvese que Descartes no niega la existencia de un mundo físico extramental; simplemente afirma que es posible filosóficamente poner su existencia en duda.
Una ramificación importante del argumento cartesiano tiene que ver con el propio cuerpo. Durante los sueños también podemos soñar con la existencia de un cuerpo,...