Filosofia

El Utilitarismo J.S Mill











La Fundamentación de la Moral
Desde los inicios de la Filosofía, la cuestión relativa al sumun bonum, o lo que es lo mismo, la cuestión relativa a los fundamentos de la moral, ha sido considerada como el problema prioritario del pensamiento especulativo.
Ha ocupado las mentes más privilegiadas y las ha dividido en sectas y escuelas provocandouna guerra encarnizada entre unas y otras. Después de más de dos mil años continúan teniendo lugar las mismas discusiones. Los filósofos siguen alineados bajo las mismas banderas que cuando el joven Sócrates escuchaba al viejo Protágoras y mantenía la teoría del utilitarismo frente a la moral popular mantenida por los sofistas.

La Vida (los Fines) y la Moral
Las verdades que son aceptadas enúltimo término como los primeros principios de una ciencia son, en realidad los resultados finales del análisis metafísico practicado con relación a las nociones elementales de las que trata la ciencia, y su relación con la ciencia no es la que se da entre los cimientos y el edificio (Descartes), sino entre las raíces y el árbol (vitalismo).
Todas las acciones tienen como motivo algún fin, por loque parece natural suponer que las reglas de las acciones dependen al fin al que están supeditadas.
Cuando perseguimos un propósito, un concepto claro y preciso de lo que buscamos debería ser lo primero que necesitásemos y no lo último que hemos de determinar.
Sumun Bonum
Las acciones son correctas en la medida en que tienden a promover la felicidad, incorrecta en cuanto tienden a producir locontrario de la felicidad.
Por felicidad se entiende el placer y la ausencia de dolor; por infelicidad el dolor y la falta de placer.
Principio de la Mayor Felicidad (Bentham)
Sería fácil demostrar que el grado de firmeza y consistencia que han alcanzado estas creencias morales se ha debido principalmente a la influencia de un criterio no reconocido explícitamente.
Teorías (medios-fin (ley)vs practica (fin-medios)
El principio de utilidad, o como Bentham la denomino últimamente, el principio de la mayor felicidad, ha contribuido grandemente a la formación de las doctrinas morales.
Ni Empirismo ni Racionalismo
Esta dificultad no se salva recurriendo a la conocida teoría que mantiene la existencia de una facultad natural, un sentido o instinto, que nos indica que es lo correcto ylo incorrecto.
Nuestra facultad moral nos proporciona únicamente los principios de nuestros juicios morales; es una derivación de nuestra razón, no de nuestra facultad sensitiva.
Tanto la corriente de intuicísmo ético (racionalismo-Descartes) como la denominada inductivísta (empirismo Hume), insisten en la necesidad de leyes generales. Además concuerdan en que la moralidad de una acciónindividual no es cuestión de percepción directa, sino de la aplicación de la ley a un caso particular (explicar, justificar).
Moral y Obligación
Y todavía con menor frecuencia hacen esfuerzo alguno para reducir tales principios diversos a un primer principio o fundamento común de la obligación.
Más lejos que Kant
Las argumentaciones utilitaristas son indispensables para todos aquellos moralistas apriori que consideran la discusión racional necesaria en algún sentido (consecuencias, resultados, utilidad..)
No es mi propósito criticar aquí a tales pensadores, pero no puedo por menos que referirme, a modo de ilustración, a un tratado sistemático de uno de los más ilustres de ellos: La metafísica de las costumbres.
Este hombre insigne, cuyo sistema de pensamiento seguirá siendo durante muchotiempo uno de los hitos de la historia de la especulación filosófica, establece un principio universal como origen y fundamento de la obligación moral, “Obra de tal modo…”
Pero cuando comienza a deducir a partir de este concepto cualquiera de los deberes relativos a la moralidad, fracasa casi, grotescamente.
Moral y Pruebas
Las cuestiones relativas a los fines últimos no son susceptibles...