Fmi, eduardo granados palma
Escándalos como el de Mónica Lewinsky con Clinton, o más viejos, pero no tan publicitados, como el de John F. Kennedycon Marilyn Monroe, siempre los ha habido. A los mexicanos, tampoco nos han faltado escándalos de políticos, pasionales o delitos de corrupción. Y el asunto se vuelve aún más grave si el involucrado esun figura de relieve que dirige una de las instituciones más importantes de la economía planetaria, sobre la cual recaen responsabilidades gordas en estos tiempos de crisis financieras aun noconjuradas.
Es el caso de Dominique Strauss-Kahn, director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional, acusado hoy de intento de violación y otros delitos por una camarera de hotel de la ciudad de NewYork. Es un asunto que resulta difícil de no comentar, sobre todo por quienes dedicamos parte de nuestro tiempo a observar los acontecimientos internacionales que afectan directamente a nuestro país.Aparte del asunto del supuesto delito cometido y las circunstancias que lo rodearon y de las lamentables consecuencias personales, el affaire tiene implicaciones que trascienden el hecho en sí; songolpes que reciben las instituciones, que deterioran el prestigio de ellas y rebajan su credibilidad, todo lo cual va en desmedro de las cruciales funciones que cumplen.
Dominique Strauss-Kahn...
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