Formas De Gobierno
I
120. Los dos principios determinantes de una clasificación: primeramente, el número de los gobernantes . . . . . . . . . .
188
121. ...Después, el carácter directo del gobierno . . . . . . . . .
191
II
122. a) El gobierno de uno solo o monarquía (en el sentido etimológico) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
192
La alteración delprincipio en los regímenes de monarquía
moderada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
193
123. b) El gobierno de un pequeño número o aristocracia . . . .
194
124. c) La democracia (en el sentido político y en cuanto a la forma del poder): crítica de las tesis de la “ soberanía nacional”
y de la “ soberanía popular” ; la soberanía detentada por los
individuostitulares como una función . . . . . . . . . . . .
195
III
125. a) Democracia directa y democracia semidirecta (referéndum, etcétera) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
197
126. b) Democracia indirecta, representativa, electiva . . . . . .
199
127. Las dos concepciones de la representación: ¿delegación o
representación libre? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .200
128. La democracia representativa moderna no es la democracia,
hablando con propiedad . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
201
129. Dominio limitado de la elección, que no se extiende a todos
los titulares del poder . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
203
130. La participación, aun relativa y restringida, del pueblo en el
gobierno, basta para especificar al régimendemocrático . .
205
IV
131. Legitimidad del régimen democrático y defensa del principio: a) desde el punto de vista de la competencia . . . . . .
207
132. b) Desde el punto de vista del equilibrio y de una evolución
pacífica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
211
c) Desde el punto de vista del ideal humano . . . . . . . . .
212
133. La fórmula delpríncipe en sus consejos y el pueblo en sus
Estados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
212
V
134. En cuanto a las modalidades del régimen: crítica de la forma
directa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
213
135. Apreciación del procedimiento electivo, en sí y relativamente .
215
136. Crítica del sistema de la delegación . . . . . . . . . .. . .
215
VI
137. Las derogaciones al principio electivo: la monarquía hereditaria y sus ventajas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
218
138. Consideración a las preferencias sentimentales de la opinión,
así como al régimen establecido . . . . . . . . . . . . . . .
221
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JEAN DABIN
demás, que para la elección del régimen como para el ejercicio del gobierno,el pueblo eche mano de hombres de confianza (individuo o asamblea) libremente elegidos por él: es la combinación habitual y, en la actualidad, la única práctica.
Porque ¿a qué otra solución recurrir? Cuando se trata del gobierno
mismo, la solución popular o democrática no es la única posible. Mas en
cuanto a la elección del régimen, y si se excluye el sistema de la ocupación, que no es más queun procedimiento de fuerza que en manera alguna es pertinente,101 ¿a qué autoridad dirigirse sino a la masa del pueblo
interesado? Seguramente que el pueblo puede equivocarse y aun abusar
de su derecho de opción reservándose una soberanía que no estaría capacitado para ejercer. Pero sin contar con que el riesgo es exactamente el
mismo en la teoría de la ocupación —¿el pueblo incapaz no puedeadueñarse del poder lo mismo que un particular?—102 ¿cuál es el derecho que
no sea susceptible de error o de abuso? El porvenir, ciertamente, es siempre reservado: si la experiencia demuestra que el régimen elegido o aceptado por el pueblo es inadecuado (y la demostración resultará de esa doble prueba: que la acción gubernamental es mala o deficiente y que este
efecto es debido, por lo menos en...
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