Foucault. La historia de la sexualidad. Capitulo 2


El orden disciplinario.
Sexo y Poder



Historia de la sexualidad I
La voluntad de saber

Capítulo II. La Hipótesis represiva





















INTRODUCCIÓN

Me dispongo a realizar un comentario de uno de los textos dado en el programa de la asignatura de Corrientes Actuales de la Filosofía; Grandes Paradigmas (Prácticas). El texto que he escogido es elnúmero 3, que tiene como título: El orden disciplinario. Sexo y Poder.
Dicho fragmento proviene de una de las obras de Michel Foucault llamada Historia de la Sexualidad I; La voluntad del saber. Y se concreta en el capítulo 2 titulado .
COMENTARIO
Comienza M. Foucault el segundo capítulo de su libro planteando que el siglo XVII fue la edad de la represión, desarrollada y extendida por lassociedades burguesas propias de la época, que enraizaron esta actitud de contención tan fuertemente que el propio autor duda que en la actualidad nos hayamos liberado de ese yugo. La palabra sexo y las referidas al mismo se consideraban tabú y no podían decirse libremente en un discurso coloquial sin que el propio entorno cuestionara ese hecho. Esa censura popularmente institucionalizada fue lo que llevóesta cuestión a su situación actual.
Desde el siglo XVIII podemos observar un brote de diferentes discursos referentes al sexo en todo tipo de ámbitos. En verdad, se ha determinado muy bien cómo, cuándo y con quién realizar este tipo de discusiones, pero podemos decir que la palabra tabú se puede decir abiertamente y prácticamente en cualquier situación sin que el interlocutor ponga una mueca deextremo horror.
Según Foucault, lo esencial es la múltiple cantidad de discursos sobre sexo en el campo del ejercicio del poder mismo, es decir, las instancias del poder incitan a hablarlo con sumo detalle y articulación explícita. Nos preguntamos si esto será resultado de la antigua represión ante dichos términos y cuestiones sexuales, que siendo naturales, se disfrazaron de pecado o impurezas,llegando a moderarlos y catalogarlos tan radicalmente como algo negativo o vulgar que ha estallado debido al propio peso de esa presión.
El tema de la sexual, tanto en el lenguaje como en los actos, era estricta en la Edad Media debido a la pastoral católica, pero ciertas prácticas de confesiones y penitencias llegaron al siglo XVII, donde en las confesiones debían saberse todos los deseos,actos, inclinaciones, pensamientos y demás referidos al sexo, con la excusa de que ese seguimiento haría más fácil recetar una penitencia adecuada a esos hechos.
Por lo tanto el sexo era censurado tanto en términos de cuerpo como en los de alma o pensamiento, sin poder ser libremente nombrado o realizado, siendo amenazado el incumplimiento de todo aquello con una crítica social y religiosa. No sóloera señalado por la Iglesia como algo impuro, indigno y pecaminoso, sino que era visto del mismo o parecido modo por el resto del entorno social.
La ironía de la confesión es que a pesar de juzgar tan rigurosamente este tema, pedían con tanta intensidad que se describiera meticulosamente la vida sexual y todo lo referente a ella que la confidencia se convertía en precepto a seguir para podertratarlo de la mejor manera posible. Se intentaba así moderar y casi eliminar el deseo del lenguaje y la vida reduciéndolo a un discurso meticuloso, en el contexto de la confesión católica y neutralizado por medio de palabras que encubrían el lenguaje sexual abierto.
Nuestro autor ante esto se pregunta si todas estas técnicas de censura y represión realmente corresponderían a ser unos dispositivossecundarios respecto a ello, es decir, 1
Lo contario a la contención de la vida sexual es lo explícito y abierto de la misma. Esto fue lo que caracterizó a la literatura de Sade y a ciertos autores que se recreaban en describir minuciosamente tanto actos y caricias como miradas, pensamientos y deseos. El refinamiento de estas descripciones, como las que hacía el autor anónimo de My Secret Life,...